Teatro en las Publicaciones de la Escuela Moderna

Alejandro Civantos califica en su excelente La Enciclopedia del Obrero. La revolución editorial anarquista (1881-1923) la iniciativa de las Publicaciones de la Escuela Moderna como «especialmente importante toda vez que ilustra a la perfección el impulso de difusión cultural ácrata, al margen de cualquier sectarismo y apostando por un proyecto integral que pusiera al alcance de los lectores modestos todos los saberes».

Es conocida la importancia que en el ámbito de la escuela moderna de Francesc Ferrer i Guàrdia (1859-1909) tenía el teatro, e incluso está documentada la celebración del cuarto curso ‒en lugar de con exámenes finales‒ con una fiesta en el Teatre de les Arts consistente en la representación de la obra en un acto Els vençuts de Josep Pous i Pagès (1873-1952), al que siguieron obras de títeres, lecturas de “pensamientos originales, canto coral y culminó con un almuerzo de hermandad.

Sin embargo, en el proyecto editorial de la Escuela Moderna la presencia del teatro es bastante residual, e incluso, para conseguir textos que se ajustaran a sus propósitos, se vieron en la necesidad de recurrir a la convocatoria de un concurso, dotado con cien pesetas, destinado a obras

que manifiesten más claramente, con más arte y mejor criterio las injusticias sociales; las trabas que la sociedad opone a la plenitud de la vida en sus naturales expansiones del amor, del saber, de la actividad y del goce como exteriorizaciones del derecho inmanente e ilegislable del individuo; las luchas pasadas, presentes y futuras realizadas por los hombres para emanciparse de la tiranía religiosa, jurídica, política y económica.

Este texto apareció por ejemplo en el reverso de la cubierta de la pieza ¡En guerra! (Idilio), del anarquista francés de origen italiano Charles Malato (1857-1938), traducida por Anselmo Lorenzo (1841-1914) y que se imprimió en La Neotípia para las Publicaciones de la Escuela Moderna en 1906 (y ese mismo año también en la Imprenta de Pedro Orúe en Eibar). El año anterior la misma editorial le había publicado ya a Malato, asiduo en sus catálogos, León Martín o la miseria, sus causas, sus remedios. Lectura popular, Correspondencia escolar. Primer Manuscrito e Impresiones y pensamientos de dos niños ausentes.

Hasta entonces, en el catálogo de esta editorial la literatura dramática era apenas existente.

Octave Mirbeau

La edición del «cuadro dramático» La jaula, de Lucien Descaves (1861-1949), se imprimió en la imprenta de José Ortega al parecer en 1903, en traducción firmada por Ángel Saver y como segundo número de la colección de Ediciones Económicas Avenir (el primero había sido Los malos pastores, de Octave Mirbeau en 1903). El Avenir era una iniciativa del cajista y tipógrafo Felip Cortiella (1871-1937) cuyo propósito era crear una alternativa al teatro burgués que imperaba en las salas barcelonesas. Ya previamente Cortiella había creado con la misma intención la Companyia Lliure de Declamació, cuyo repertorio incluyó a Pompeu Gener, Teresa Claramunt y sobre todo Ibsen (estrenó por primera vez en España Casa de niñas), y había intentado sin éxito crear una revista, Teatro Social, que quedó en un número único fechado en mayo de 1896. Mayor éxito tuvo en 1905 con la interesantísima Avenir. Publicació setmanal de nous horitzons de perfecció (cinco números entre marzo y abril de 1905).

La jaula, estrenada en el Théatre de la Renaissance el 15 de diciembre de 1897 con Sarah Bernhardt como protagonista, fue elegida unos años más tarde por el grupo Tierra y Libertad para una sesión benéfica cuyos ingresos debían ir destinados a los presos como consecuencia de la Semana Trágica que se celebró en el Teatro Condal y completada con Las Tenazas, de Paul Hervieu (1857-1913).

Precisamente Las Tenazas fue otra de las obras aparecidas en las Publicaciones de la Esucela Moderna, en 1904. Curiosamente, mientras que la edición francesa de Lemerre la describe simplemente como «pièce en trois actes», en la traducción publicada por las Publicaciones de la Escuela Moderna e impresa en la Tipografía de José Ortega aparece como «comedia», poco fiel al argumento de la obra («las tenazas» del título se refieren la opresiva institución del matrimonio). Esta obra en tres actos, estrenada en el Theatre Français en septiembre de 1895 y publicada el año siguiente por el célebre editor de los parnasianos Alphonse Lemerre (1838-1912), la había estrenado en Barcelona en 1902 la compañía Avenir del mencionado Felip Cortiella en el contexto de las Vetlladas de l’Avenir (en que se representan también otras tres piezas, Els mals pastors, y las obras de Ibsen Quan ens despertarem d’entre els morts y Els pilars de la societat).

Sobre este estreno barcelonés promovido por Cortiella dio justificación e información detallada la edición vespertina del 19 de agosto de 1902 de El Diluvio:

Unos cuantos jóvenes deseosos de gozar las emociones estéticas en que abundan las modernas obras teatrales han organizado una serie de representaciones que se darán en la Sociedad Teatro de las Artes, con el título Vetllades Avenir, por el siguiente orden: sábado 30 de agosto, el drama trágico en cinco actos, de Octavio Mirbeau, traducción de Feipe Cortiella, Els mals pastors; jueves 4 de septiembre, el drama en tres actos de Enrique Ibsen, traducción de Emilio Tintorer, Quan ens despertarem d’entre els morts; sábado 6 de septiembre, el drama en cuatro actos del propio escritor, traducción de J. Pérez Jorba, Els pilars de la societat, y el jueves 11 del mismo mes, la comedia en tres actos de Pablo Yierven [sic], traducción de Ángel Saver, Las Tenazas.

Estas cuatro obras serán representadas por la compañía dramática de Guitart Llorente.

Del mismo año que ¡En guerra! (1906) es Floreal, «drama social en tres actos» firmado por Jean Pierre Chardon (Maurice Charron) y traducido de nuevo por Anselmo Lorenzo, que fue seleccionada entre las presentadas al ya aludido concurso.

No indica fecha pero es posible que sea de 1916 o del año siguiente la edición en las Publicaciones de la Escuela Moderna de La Epidemia, de Octave Mirbeau (1848-1917), una farsa muy crítica con los discursos políticos que había sido estrenada el Théatre Antoine en abril de 1898 y publicada ese mismo año por Frasquelle en el volumen Farses et moralités (en la Bibliothéque Charpentier). Previo a esta edición en español había aparecido ya en 1904 en las Ediciones Económicas Avenir y en 1917 aparecería en la Biblioteca Tierra y Libertad, en ambos casos en la traducción de José Chassinet.

Los vínculos entre las Publicaciones de la Escuela Moderna y el Avenir de Cortiella parecen evidentes, pero en cualquier caso más enigmática resulta la escasa presencia de textos dramáticos en esta editorial.

Fuentes:

Alejandro Civantos Urrutia, La enciclopedia del obrero. La revolución editorial anarquista (1881-1923), Jaén, Piedra Papel Libros, 2022.

Estefanía Fernández Antón, «El contenido artístico en la Escuela Moderna de Barcelona, difusión de ideas y práctica educativa páginas», Páginas. Revista Digital de la Escuela de Historia, núm. 35 (mayo-agosto de 2022).

Ignacio C. Soriano Jiménez, «Semblanza de Publicaciones de la Escuela Moderna (1901-1937)», Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes – Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) – EDI-RED, 2006.

Pascual Velázquez Vicente, La Escuela Moderna. Una editorial y sus libros de texto (1901-1920), tesis doctoral presentada en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación de laUniversidad de Murcia en 2009.

El muy prolífico traductor anarquista José Prat (1867-1932)

La página que dedica a José Prat (1867-1932) el catálogo de la Biblioteca Nacional de España lo identifica como autor de ocho obras y participante en otras dieciocho (como traductor), lo que difícilmente puede explicar la fama de prolijo que tiene el traductor anarquista a quien Pío Baroja inmortalizó al inspirarse en su trayectoria –y en la de Ricardo Mella– para crear a algunos de los personajes de la novela Aurora roja (1905), con la que se cierra la trilogía La lucha por la vida que forma con La busca (1904) y Mala hierba (1904).

José Prat.

Son evidentes las carencias en este caso de la página de la Biblioteca Nacional cuando a este José Prat –que no debe confundirse con el abogado y diputado socialista español José Diosdado Prat García (1905-1994), exiliado en Colombia–, Alejandro Civantos lo describe en Leer en rojo como «incombustible traductor», «figura principalísima en el movimiento editorial anarquista», «el habitual traductor de las editoriales alternativas» y «proteico traductor y activo propagandista». Por supuesto, su obra es bastante más amplia que la registrada y conservada en la BN, y no sólo porque se sirvió de seudónimos para firmar algunas obras.

Aun cuando hay quien menciona Barcelona como lugar del nacimiento de Prat, suele identificársele como vigués, al igual que Ricardo Mella (1861-1925), quien en 1896 le acogió temporalmente en su casa en Vigo. La primera militancia política de la que hay constancia fue en el Partido Republicano Democrático Federal, pero ya en 1890 José Prat se había decantado por el anarquismo.

Ricardo Mella.

Seis años más tarde se convertía en el traductor principal de los volúmenes publicados por el periódico coruñés El Corsario, que tras una primera etapa entre 1890 y 1892 (212 números), inició el 9 de enero de 1896 una segunda que se extendió hasta el mes de octubre de 1908, y que debe su fama a la colaboración en él de José Martínez Ruiz (1873-1967), luego célebre como Azorín. Según cuenta Civantos Urrutia en su enjundioso estudio: «en su haber cuenta [la biblioteca El Corsario] la nueva traducción de Entre campesinos, de Errico Malatesta, que fue la más popular en nuestro país y llegó a alcanzar la hiperbólica cifra de 35 ediciones en distintas bibliotecas y casas editoras alternativas». Ese año 1896, Prat había llegado desde Barcelona a Vigo huyendo de la represión que siguió a los procesos de Montjuïc, y en julio de ese año pasó unos días en Londres (en el Congreso Internacional Socialista de los Trabajadores y de las Cámaras Sindical Obrera) durante los cuales trabó amistad con estacados intelectuales a los que tarde o temprano traduciría, como los italianos Errico Malatesta (1853-1932) y Pietro Gori (1865-1911) o el francés Augustin Hamon (1862-1945).

Del año siguiente, 1897, es la publicación del duro alegato contra los juicios de Montjuïc La barbarie gubernamental en España, atribuido a Mella y Prat (firman R.; y J.P.) y aparecido con pie editorial de la Imprenta de El Despertar de Brooklin (Nueva York), así como el viaje del traductor y activista a Buenos Aires. En la capital argentina entró en contacto con el ebanista y anarquista catalán Gregori Inglán Lafarga (¿?-1922), que el año anterior había puesto en marcha con el anarcocomunista individualista Manuel Reguera el periódico La Revolución Social (19 números) y en 1897 fundó el más importante y duradero La Protesta Humana (1897-1902), del que Prat se convirtió en uno de los colaboradores principales y en contacto clave para atraer las firmas de figuras como Mella y Anselmo Lorenzo, entre otros. Además, empezó una traducción de algunas obras que luego fueron muy reeditadas en España, como Los crímenes de Dios, del filósofo anarquista Agustin Faure, y Entre campesinos, de Malatesta.

Sin embargo, al cabo de un año José Prat regresaba a España, y a partir de entonces es cuando empiezan a aparecer con mayor asiduidad sus traducciones más importantes, tanto del italiano como del francés. De 1898 es por ejemplo, aun en Buenos Aires, la de la muy popular pieza de Pietro Gori Primero de Mayo. Boceto dramático en un acto e himno coral, que luego publicarían Juventud Libertaria, La Tipográfica, Biblioteca Tierra y Libertad, Biblioteca Acracia, Perseo, Ediciones Internacionales y Vértice.

A principios de siglo, su firma aparece en algunas publicaciones barcelonesas singularescomo Natura (1903-1904), subtitulada Revista quincenal de ciencia, sociología literatura y arte, fundada y dirigida por Anselmo Lorenzo y entre cuyos colaboradores habituales se contaba Mella.

En 1904 apareció como número 17 de la Biblioteca de la Juventud Libertaria una conferencia de Prat pronunciada en Vilanova y la Geltrú, Nuestras ignorancias, y al año siguiente Ser y no ser. Y del mismo año es la primera edición de su traducción de Por qué somos anarquistas, del abogado y teórico del socialismo libertario Saverio Merlino (1856-1930) en Juventudes Libertarias, que luego recuperaría la colección Tierra y Libertad.

También publica Prat en esos años en la revista ilustrada de orientación naturista y neomalthusiana promovida por la Liga de Regeneración Humana Salud y Fuerza (1904-1914), que dirigía el médico Luis Bulffi (1867-191?) y en la que pueden leerse textos de Émile Armand, Emilio Gante, Vicente García, Anselmo Lorenzo y Charles Malato, y que incluso publicó diversos folletos de escritores anarquistas como Errico Malatesta (entre ellos la traducción de Prat de Nuestro programa, en 1909), Pietro Gori, Jean Grave, Agustin Hamon, Bernard Lazare, el muy famoso ¡Huelga de vientres!Medios prácticos para evitar las familias numerosas, de Bulffi (1906) o el del propio José Prat La burguesía y el proletariado (apuntes sobre la lucha sindical).

De esos mismos años pero con fechas de publicación difíciles de precisar, registra la Biblioteca Nacional varios títulos traducidos para la valenciana editorial Sempere, entre los cuales Una mujer (1907), de la activista feminista Sibilla Aleramo (Rina Faccio, 1876-1960), Un sueño de amor (1908),  de la también feminista italiana, anarquista convertida al islamismo, Leda Rafanelli (1880-1971), Juan Jacobo Rousseau (El jacobinismo y la Revolución Francesa), de Aguste Dide (1839-1919), etc.

A partir de 1914, aproximadamente, no dejan de aparecer traducciones suyas, en muchos casos reediciones,  en su mayor parte en las ediciones de Tierra y Libertad, como Influencias burguesas sobre el anarquismo (1918), del pedagogo anarquista Luiggi Fabbri o República y Anarquía, del cirujano y tipógrafo Nicollo Converti (1918), que previamente había publicado en CNT-Biblioteca Acracia y en Vértice, y con el seudónimo Forward publica la «novela consciente» ¿Herejías?

Civantos Urrutia, en un libro imprescindible para seguir a personajes de la cuerda de José Prat, registra libro organizado como un debate ficticio entre éste y Adolfo Marsillach i Costa (1868-1935), lerrouxista y furioso anticatalanista (y abuelo del célebre hombre de teatro homónimo), acerca de la posibilidad de implantar el anarquismo, que en 1919 dio pie a otro título de la Biblioteca Tierra y Libertad, Una polémica, en el que se reúnen artículos publicados por Marsillach en El Diluvio junto a otros de Prat en Alba Social.

De años posteriores son sus libros Orientaciones (1916), Libertad y comunismo (1924) y La sociedad burguesa (1932), entre otros, pero desde que en 1925 abandona el periodismo, así como había ido abandonando el activismo político, parece que tampoco se dedica tan intensamente a la traducción, antes de morir en Barcelona el 17 de julio de 1932.

 

Fuentes:

Anónimo, «José Prat, anarquista y periodista», en CNT Puerto Real.

Cesáreo Calvo Rigual, «Las traducciones de obras literarias italianas publicadas en las editoriales Sempere y Prometeo (1900-1936)», en Miguel Ángel Vega Cernuda y Juan Pedro Pérez Pardo, coords., La traducción de los clásicos: problemas y perspectivas, Madrid, Universidad Complutense, 2005.

Alejandro Civantos Urrutia, Leer en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931), Madrid, Fundación Anselmo Lorenzo (Colección Investogación, 3), 2017.

Ignacio C. Soriano Jiménez, L’Anarquisme a Tarragona. Formós Plaja i Carme Paredes, Tarragona, Publicacions de la Universitat Rovira i Virgili, 2016.

Ignacio C. Soriano y Francisco Madrid, Bibliografía del anarquismo en España, 1968-1939.

Tomás Herreros Miquel, pionero del libro obrero

En Leer en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931), Alejandro Civantos Urrutia pone orden a un enorme caudal de información sobre la edición underground anarquista de principios de siglo en España, en la que entre otras cosas identifica los antecedentes de algunas innovaciones en cuanto a distribución, política de precios o diseño gráfico (que luego se generalizarían en la seguramente mal llamada «edición de avanzada»), pero, entre otros valores, su libro tiene además el mérito de rescatar y reconstruir la trayectoria de personalidades más influyentes que conocidas, como es el caso del librero, tipógrafo y editor Tomás Herreros Miquel (1877-1937).

No es fácil establecer la cronología de sus primeros pasos, y en particular el momento en que empezó a regir uno de los pequeños quioscos de ventas de libros establecidos en la Rambla de Santa Mònica, muy cerca del cuartel de Ataranzas barcelonesas ante el que el 19 de julio de 1936 moriría su amigo Francisco Ascaso (1901-1936). Aun así, todo parece indicar que su despegue profesional en Barcelona en el ámbito del papel impreso (salvo por la publicación de algún que otro texto) la inició como tipógrafo hacia 1908 en El Progreso, órgano del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, donde coincidió con anarquistas muy conocidos como Josep Negre i Oliveres (1875-1939) y Adolfo Bueso (1889-1979), pero, en cualquier caso, mayor importancia tiene la creación hacia 1910 de la Imprenta Germinal. Previamente, su compromiso político, además de numerosos problemas con la justicia, le había llevado a participar en 1910 en la fundación de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), de cuyo consejo de dirección formó parte bajo el seudónimo Timoeto Herrer, con Josep Negre como secretario general. Su actividad en este ámbito merecería una atención por sí misma.

Tomás Herreros Miquel.

Si bien hasta entonces se habían ocupado de ello la de J[osé] Ortega y la del concejal republicano Félix Costa, a partir de ese momento Germinal cobró importancia sobre todo como impresora del periódico Tierra y Libertad, que a finales de 1911 empieza también a publicar folletos y libros. Además de colaborar con cierta regularidad en el periódico, éste da también noticia de las intermitentes encarcelaciones de las que fue víctima Herreros, así como de la actividad vehemente y digna que llevo a cabo en los centros penitenciarios. Así, por ejemplo, en el número 111 (correspondiente al 15 de mayo de 1912) de Tierra y Libertad, puede leerse:

El sábado último, con motivo de la visita general de cárceles, se personó en la misma la Audiencia en pleno y al comparecer ante ella los compañeros Arnall, Negre, Salud, Herreros, Miranda, Cardenal y Coll, y manifestarles que el proceso que se les seguía era por rebelión, contestaron: «Eso no es cierto; podrá ser esa la verdad oficial, pero la verdad única es que estamos siendo víctimas de una infamia policíaca o gubernativa. […]  y creemos que este proceso es un proceso anormal y que sobre él pesa, más que el espíritu de justicia, la influencia del gobernador, que es a quien se han dirigido cuantos se han interesado por nosotros».

1915.

Pese a estas detenciones, que no fueron infrecuentes, en Germinal tuvo tiempo Tomás Herreros de ponerse al frente de la Biblioteca Tierra y Libertad, además de ocuparse de gran cantidad de libros y folletos de diversos grupos y organizaciones políticas y sindicales y, con particular acierto, de los almanaques de Tierra y Libertad.

El desarrollo de la Biblioteca llega a su punto culminante en 1917, en el que, en palabras de Civantos Urrutia a la vista del catálogo de ese año:

El conjunto de las publicaciones de Biblioteca Tierra y Libertad en 1917 es, en efecto, un buen resumen del proyecto cultural anarquista en toda su dimensión. Textos clásicos del anarquismo reeditados (Kropotkin, Malatesta); primeras ediciones de obras divulgativas, sobre higiene o salud, y libros práctico en general (como el del doctor [Fernand] Élosu); divulgación de historia, de arte o de literatura, desde una perspectiva consciente fuera esta ácrata o no (como en el volumen de [Fernand] Pelloutier); pacifismo internacional ([Pierre] Chardon), intelectuales libertarios españoles ([Ricardo] Mella); o literatura en general puesta al alcance del gran público ([Octave]Mirbeau).

1918.

No puede decirse que el proyecto no fuera ambicioso, y no contento con la ingente y a menudo exitosa Biblioteca Tierra y Libertad, publicaba Herreros, con pie de Imprenta Germinal, varios otros títulos, como la traducción llevada a cabo por Anselmo Lorenzo (1841-1914) de las Déclarations del anarquista individualista francés Georges Etiévant (1865-1900), del que previamente se habían hecho ya varias ediciones y que en este caso responde a la iniciativa de la Agrupación de Cultura Racional de Barcelona, fundada ese mismo año 1918 en Sant Cugat del Vallès, cuyo objetivo era «propagar la cultura y al efecto combatirá todos los sofismas políticos, religiosos y sociales para cooperar al perfeccionamiento moral, material e intelectual de la clase obrera». Y también en 1919 publica Herreros, de nuevo como Imprenta Germinal y con sello del Sindicato Obrero del Ramo del Transporte de Barcelona, una compilación de artículos de Josep Negre, ¿Qué es el sindicalismo? De la colaboración con Bonafulla, El Productor y Toribio Taberner con Herreros salió adelante además la colección Biblioteca Germinal.

Y a ellos pueden añadirse todavía otros títulos, a menudo conferencias, de Anselmo Lorenzo y otros personajes importantes del obrerismo del pasado reciente que eran ya puntos de referencia, así como folletos para organizaciones no sólo anarquistas. Una labor a todas luces ingente a la que Civantos Urrutia ha puesto orden en su libro y que, en lo que atañe exclusivamente a la editorial, el propio Herreros cifró en cuatro millones de copias (entre novedades y reimpresiones).

1919.

La imprenta se fue a pique después de ser víctima de varios ataques por parte del entorno tanto de la policía como del pistolerismo blanco. El 30 de marzo de 1919, al encontrarlo en su casa que era también donde estaba domiciliada la imprenta (en la Ronda Sant Pau, 36), la policía lanzó por la ventana buena parte de sus muebles. Posteriormente, el 3 de marzo de 1923 fue detenido y acusado de complicidad en un robo, aunque tuvo que ser liberado por falta de pruebas. Poco después se exilió durante un tiempo en París, pero el 14 de julio de ese mismo año volvía a estar en Barcelona, donde fue herido de gravedad, frente a su quiosco de libro viejo, en un ataque con arma blanca por parte de León Simón Sanz, del Sindicato Libre (quien más tarde sería el jefe de guardaespaldas de José María Albiñana, líder del Partido Nacionalista Español).

Tomás Herreros.

Durante la dictadura de Primo de Rivera (septiembre de 1923-enero de 1930), Tomás Herreros llevó a cabo una actividad de difusor en la Península de la revista de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) La Protesta (en la que colaboraron José Prats, Eduardo García Gilimón, Antoni Pellicer i Paraire, etc,), así como de enlace entre los anarquistas españoles y los argentinos. En tiempos de la II República, Herreros volvió de nuevo a actuar como impresor de folletos y hojas volanderas para organizaciones sindicales y políticas hasta que, al parecer, le quemaron el negocio, y empezó entonces una etapa mucho más diluida como librero de viejo en su puesto en la rambla de Santa Mónica, si bien siguió también estrechamente vinculado al movimiento ácrata. En 1933 figura como administrador de la histórica cabecera Solidaridad Obrera, y al parecer su última participación pública importante fue su intervención en el homenaje a Ascaso en septiembre de 1936. Moría el 22 de febrero del año siguiente y, en lo que quedaba de guerra, dio nombre a una calle barcelonesa (que ya nunca lo recuperó).

Puestos de venta de libros en la rambla de Santa Mónica.

Fuentes:

Manel Aisa, «Tomás Herreros Miquel» (corrección de un artículo publicado previamente en ORTO. Revista cultural de ideas ácratas, núm. 99 [enero/ febrero de 1997]), Libros Aisa, s.f.

Ateneu Llibertari Estel Negre, «Tomás Herreros i Miquel (1877-1937)».

Alejandro Civantos Urrutia, Leer en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931), Madrid, Fundación Anselmo Lorenzo,  (Colección Investigación 3), 2017.

Joselito, «Tomás Herreros Miquel (Vida y obra)», Sobre la anarquía y otros temas (Vida, obra y biografías de activistas, luchadoras y luchadores anarquistas), 15 de septiembre de 2017.

Ignacio C. Soriano y Francisco Madrid, Antología documental del anarquismo español. Bibliografía del anarquismo en España, 1868-1939, Centre de Documentació Antioautoritari i Llibertari, 2016 (8ª ed.).