Una empresa legendaria de la edición gallega, la Imprenta Moret en su centenario

De la vinculación del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca (1898-1936) con Galicia es prueba insigne el poemario Seis poemas gallegos, publicado en 1935 por la editorial Nós de Ánxel Casal (1896-1936) con un prólogo del también escritor Eduardo Blanco-Amor (1897-1979), pero no menos importante fue el estreno unos años antes (en 1932) en A Coruña de la compañía de teatro universitario dirigida por Lorca, La Barraca, que puso en escena Los dos habladores, de Cervantes, y La vida es sueño, de Calderón de la Barca.

Entre los seis mil asistentes a ese exitoso estreno, que se enmarcaba en una gira del grupo teatral La Barraca por Galicia y tuvo lugar en el Teatro Rosalía de Castro, se contaban algunos de los artistas e intelectuales más prometedores del momento, como es el caso del librero Xohán Xesús González (1895-1936), el escritor y luego editor Francisco Fernández del Riego (1913-2010), el entonces escritor y librero y más adelante editor Arturo Cuadrado (1904-1998), el pintor y escritor Luis Seoane (1910-1979) y el grabador y pintor Carlos Maside (1897-1958).

Del cartel de ese estreno, del que la editorial Alvarellos hizo en 2022 una edición fascimilar, se ocupó una de las empresas que mayor huella han dejado en la historia de la edición en gallego, la Imprenta Moret, fundada en junio de 1923 por Manuel Rodríguez Moret (1886-1958), quien en un anuncio de la empresa fechado el 19 de agosto de ese mismo año en el periódico Orzán se presentaba a sí mismo como «ex administrador y ex jefe de los talleres de El Noroeste».

Hijo de un militar destinado en A Coruña, el ourensano Rodríguez Moret se había iniciado siendo muy joven como aprendiz en la Imprenta Domingo Puga (empresa de referencia en cuanto a prensa coruñesa en la segunda mitad del siglo XIX), poco después de que en 1891 esta pasara a manos del librero y escritor Eugenio Carré Aldao (1851932). Con tan solo quince años, en 1900 pasa Rodríguez Moret a los talleres del periódico El Noroeste, donde a lo largo de los siguientes veintidós años irá ascendiendo hasta convertirse en el administrador.

Los Talleres de El Noroeste en 1922.

En 1923 monta su propia empresa, inicialmente con domicilio en el número 28 de la calle Marina, y ese mismo año se ocupa ya de dos volúmenes de cierta complejidad gráfica, el catálogo de la Tercera Exposición de Arte Gallego (57 páginas, con una docena de láminas, encuadernadas en rústica) y los Comentarios a la Tercera Exposición de Arte Gallego. Muy pronto empieza a hacerse cargo de los primeros números de la serie de novelas cortas de aparición quincenal puesta en marcha en 1924 por la editorial Lar de Leandro Carré Alvareños (1888-1976) y Ánxel Casas Gosenxe (1895-1936), la Biblioteca Lar (A miña muller, de Wenceslao Fernández Florez; O anarquista, de Leandro Pita; O pastor de doña Silvia, etc.), hasta que la Editorial Lar se hace con una imprenta propia. Cosa parecida sucedió con los primeros números del boletín quincenal de las Irmandades da Fala Galega, A Nosa Terra, que en 1926 pasarían a imprimirse en Lar.

Más tarde, en junio de 1925, la Imprenta Moret se traslada a su ubicación más conocida en la calle Galera, número 48, y en los años siguientes se hace cargo de la impresión de la revista Galicia Gráfica (1926-1929) y de algunas publicaciones institucionales, como el Boletín del Instituto Provincial de Higiene de la Coruña (1928) o la Guía de la Coruña (1929) de la Oficina Municipal de Información y Propaganda. Con el traslado se inicia también su actuación como editorial, que arranca trompicadamente con una selección de Poesías (1925) de Valentín Lamas Carvajal (1849-1906) que pretendía iniciar una Biblioteca Escollida de Autores Gallegos que, sin embargo, no tuvo continuidad. La obra va precedida de un prólogo del profesor Juan González del Valle (1898-1941), quien más tarde publicaría artículos en revistas como Nova Galiza y Hora de España y tras la guerra acabaría sus días gaseado en Mauthausen-Gusen.

De 1931 es la segunda edición, corregida y aumentada, de la Gramática de la Lengua Galega, del académico Manuel Lugrís Freire (1863-1940), y del año siguiente Portugal e Inglaterra, del ex primer ministro luso Francisco da Cunha Leal (1888-1970). Un poco posteriores son el pionero Vocabulario castellano-galego das Irmandades da Fala (1933), anónimo pero obra del lexicógrafo Salvador Mosteiro Pena (1896-1982) y la Ética general (1934), del profesor de instituto Ramón del Prado, en un momento en que ya va trazándose una imagen general del tipo de libros que se le encargan a esta imprenta, libros en los que la ilustración es importante por un lado y obras académicas y de estudio por otro.

Durante la guerra civil ‒en la que Galicia cayó enseguida en manos de los sublevados fascistas‒, la Imprenta Moret siguió activa, y de 1937 son por ejemplo la tercera edición de Principios de técnica agrícola e industrial y economía, del catedrático de instituto Antonio Roma Fábrega (1900-1973), pero también La ola roja en España, su estela, asesinatos, robos, incendios, violaciones, daños, del magistrado Hilario Núñez de Cepeda; de 1938, el famoso ensayo de Evaristo Correa Calderón (1899-1986) Arte métrica y de 1939 Cuartel de Simancas ¡Presente!, de la presidenta de la organización falangista Mujeres al Servicio de España Matilde Vela Bermúdez.

Acabada la guerra, de la Moret salió el grueso de la obra de la maestra e inventora Ángela Ruiz Robles (1895-1975), célebre póstumamente por haber creado la enciclopedia mecánica, que con razón se ha señalado como antecedente del libro electrónico: Compendio de ortografía castellana (1940), Ortografía castellana práctica (1940), Ortografía castellana rápida (1940), Breve mecanografía al tacto (1941), etc.

En la posguerra fue francamente escasa la presencia del gallego en Moret, pero no del galleguismo aunque tuviera que ser en lengua española: en 1949 salía el primer volumen de una colección de Escritores Galegos, La vocación de Adrián Silva, de Ramón Otero Pedrayo (1888-1976), que tuvo una cierta continuidad con Una cabaña en el cielo (1952), de Xosé María Álvarez Blázquez (1915-1985) y la Biografía de Curro Enríquez (1954), de Celso Emilio Ferreiro (1912-1979). Un paso más allá lo constituye en 1959 la publicación del poemario de Antón Avilés de Taramancos (Xosé Antón Avilés Vinagre, 1935-1992) A frauta i-o garamelo, pero tampoco esta iniciativa tuvo continuidad y la presencia del gallego no fue incrementándose hasta la década de 1970.

Para entonces, se había hecho cargo el hijo del fundador, Robustiano Rodríguez Outón (que como curiosidad había obtenido autorización judicial para usar también el apellido Rodríguez-Moret), quien en 1968 había trasladado la empresa a la calle Marqués de Amboaxe número 16. Finalmente, bajo la gerencia de la tercera generación (Manuel Rodríguez-Moret) y en una situación económica difícil, la imprenta se integró en el Grupo Sargadelos de Isaac Díaz Pardo (1920-2012) y en 1980 se convirtió en Gráficas de Castro-Moret.

Fuentes:

Anónimo, «Moret, imprenta-editorial», en Edicion en Galiza durante a etapa franquista.

Anónimo, «Imprenta Moret» en Galiciana. Biblioteca Dixital de Galicia.

Manel Cráneo, «Arqueología de la ilustración gráfica en A Coruña y sus orígenes industriales (1910-1920)», Coruña Gráfica, 30 de octubre de 2017.

Xurxo Martínez González, «Semblanza de Domingo Puga (1842- 1879)», en EDI-RED Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI), 2018.

Prudencio Viveiro Mogo, «Semblanza de la Colección Lar (A Coruña, 1924-1928)». en EDI-RED Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI), 2019.

Andrés R., «Imprenta Moret (1929)», en Iusnaufragii,  16 de mayo de 2020.

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