Star Books: edición underground en la Transición española

«No hace demasiado tiempo / que trato de ser un hombre más /

y pese a todo / no comprendo muy bien por qué escribo todo esto.»

Raúl Núñez, Juglarock

Unos pocos años después de la aparición de la renovada Lumen, de Tusquets o de Anagrama, con el dictador español aún vivo, empezó a publicarse en Barcelona una revista, Star, que inició al poco tiempo la edición de libros bastante insólitos en ese contexto y que en ciertos aspectos anticipaban lo que muy poco después sería la colección Contraseñas de Anagrama.

Creada en el seno de Producciones Editoriales, S. A., Star nació en julio de 1974 como una revista ilustrada solo para adultos y de periodicidad quincenal que dirigían Juan José Fernández Ribera (hijo del propietario de la empresa) y Montseol (Francisco Javier Ballester García) y entre cuyas colaboraciones se contaron ilustraciones de Ceesepe, Max, Gallardo y Javier Mariscal, fotografías de Alberto García-Alix y Ouka Leele y textos de Isabel Coixet, Ignacio Vidal Folch y Ramon de España, entre otros. Este último ha descrito el origen de la revista del siguiente modo:

la revista Star había sido creada por Juanjo [Fernández] gracias a que su padre tenía una editorial muy rara que lo mismo publicaba tebeos que publicaba colecciones de literatura en las que podías encontrar obras de Tolstói o libros del tipo Las carceleras lesbianas de las S.S., cosas así. Juanjo era aficionado a las carreras de coches, y un día se pegó una hostia que casi la diña, y su padre le dijo: «Mira, te doy dinero para lo que quieras, pero, por favor, ocupa el despacho que está al lado del de tu hermano». Y así fue como nació Star

En el camino, de Jack Kerouac.

Poco tiempo después, la revista empezó a publicar números especiales encuadernados y, finalmente, los Star Books, que ya no contenían más imágenes que las de la cubierta si bien estas estaban muy en consonancia con algunas de las aparecidas en la revista.

Como tal vez no podía ser de otra manera, el número inicial de Star Books, en 1975, fue una traducción firmada sospechosamente por un «Horacio Quinto» de On the road, de Jack Kerouac (por entonces muy poco conocido en España), precedida de un prólogo un poco delirante y con una cubierta ilustrada por Gilbert Shelton, lo cual ya daba un poco la idea de por dónde irían los tiros, cosa que acabaría de perfilarse con Las confesiones de un comedor de opio, de Thomas de Quincey y, al año siguiente, con el Tratado de la tolerancia, de Voltaire, traducido por la secretaria de redacción de la revista Histeria Núria Guardiet, una selección de poemas de Allen Ginsberg traducidos por Sebastián Martínez, Jaime Rosal y Luis Vigil, Ubu rey de Alfred Jarry, traducido de nuevo por Guardiet, y la hoy olvidadísima novela del Premio Nobel de Literatura Bob Dylan Tarántula.

El propio Juanjo Fernández reconoció que, si bien algunos de los autores que publicaron estaban libres de derechos, al principio había otros que se traducían, editaban y distribuían sin dar muchas explicaciones a los interesados, lo que facilitó que, cuando poco después Jorge Herralde se interesó por algunos de esos autores o títulos, pudiera llevárselos con mucha facilidad: «Cada vez me resultó más difícil sacar libros con Star Books, porque loslibros que me interesaban ya empezaban a quedárselos otras editoriales: Anagrama, Alfaguara, etc., que pagaban mucho a los autores, a los traductores».

En cualquier caso, el carácter rupturista para la época, desprejuiciado, y el interés por determinados temas todavía mirados con lupa por la censura  (sexo, drogas, rock, ideas izquierdosas e iconoclastas de cualquier índole…) fueron configurando el catálogo de Star Books, que en 1977 publicó su primer original en español, el libro de relatos Las falsas ceremonias, de Jaime Rosal, quien antes de codirigir los Star Books se había hecho un nombre en la revista de ciencia ficción y fantasía creada en 1968 por Sebastián Martínez, Domingo Santos y Luis Vigil, Nueva Dimensión. A este libro le acompañan ese año la autobiografía del cantautor Woodie Guthrie, Con destino a la gloria, la novela del editor y escritor de ciencia ficción sueco Sam J. Lundwall Siempre Lady Macbeth, en traducción de la escritora de origen sueco —hoy conocida por exitosos libros sobre cocina— Birgitta Sandberg, la sátira de la moral victoriana Erewhon, de Samuel Butler (en traducción firmada por Silvestre Hernández)…

Ciertamente, se hace difícil encontrar un hilo conductor muy sólido al catálogo que iba conformándos, pero la querencia por la generación beat estadounidense se hace más evidente abriendo un poco el foco, pues en años sucesivos se publican en Star Books el libro de Silvester Wish Jack Kerouac: biografía de una generación (1978), traducido por el polifacético Francesc Casademont o una versión bilingüe de Gasolina y otros poemas (1980), de Gregory Corso, prólogado por Allen Ginsberg y en traducción de Diego A. Manrique.

Es curiosa también la incorporación de un personaje tan vinculado a la psicodelia, el rock y la ciencia ficción como Michael Moorcock, de quien en 1978 se publica el libro creado a cuatro manos con el escritor y editor de ciencia ficción Michael Butterworth El tiempo de los señores halcones, cuya traducción al español aparece firmada por los luego prolíficos traductores J.M. Álvarez Florez y Ángela Pérez. Y es interesante por la temprana vinculación de Moorcock y Butterworth con Savoy, que el segundo había fundado en 1976 con el también escritor David Britton, y entre cuyos mayores méritos se cuenta el haber publicado el grueso de la obra de Moorcock. Y la ciencia ficción seguirá presente con otros títulos, como la temprana versión española de la postapocalíptica The Lost Traveller: A Motorcycle Grail Quest Epic and Science fiction Western, el debut de Steve Wilson en el género, o Huésped en la casa de Frankenstein, del ya mencionado Sam J. Lundwall.

No menos curiosa es la presencia del por entonces intrépido periodista musical irlandés Nik Cohn, que en 1975 había creado un enorme revuelo con un artículo («Tribal Rites of the New Saturday Night», en el New Yorker) que en manos del guionista Norman Wexler derivaría en una famosa película dirigida por John Badham e interpretada por John Travolta y Olivia Newton John. Ya antes, en 1973, su mítico Awopbopaloobop alopbamboom, una historia de la música pop, se había publicado en España como sexto número de la colección Nostromo de Closas-Orcoyen en traducción de Silvia Palacios Ucelay y Manuel Arroyo Stephens (la misma que en 2003 emplearía Círculo de Lectores y al año siguiente Suma de Letras). En 1981 apareció en Star Books un segundo título de Cohn, la novela Rey Muerte.

Raúl Núñez.

Una de las quejas del underground cultural de los setenta en Barcelona eran las dificultades que encontraban los nuevos creadores para dar cauce a su obra más allá de un circuito muy endogámico y, al margen de las revistas generalistas, una editorial como Star Books podía tener un papel fundamental en este aspecto. En lo que se refiere a la promoción de escritores en lengua española, vale la pena mencionar por ejemplo Derrama whisky sobre tu amigo muerto (1979), el estreno como novelista del argentino llegado a Barcelona en 1971 Raúl Núñez (1946-1996), que se había dado a conocer previamente en revistas más o menos contraculturales, como es el caso de Vibraciones (dirigida por Ángel Casas y con colaboradores como Constantino Romero, Julio Murillo, Jesús Ordovás, Diego A. Manrique o ) o Bésame Mucho (de Producciones Editoriales, dirigida por Juanjo Fernández y cuyo coordinador editorial fue durante un tiempo Ramón de España). El reconocimiento le llegaría a Núñez unos años después, cuando sus dos novelas publicadas en Anagrama (Sinatra, novela urbana, de 1984, y La rubia del bar, de 1986) se convirtieron en sendas películas (dirigidas por Francesc Betriu y Ventura Pons, respectivamente). Ya antes, en Barcelona habían pasado bastante desapercibidos el poemario Juglarock (publicado al obtener en 1971 el modesto premio de la revista La Mano en el Cajón) y  una antología de su poesía titulada People, aparecida en  los Cuadernos Ínfimos de Tusquets en 1974, pero novelas como las mencionadas y A solas con Betty Boop (Laia, 1989), añadidas a su obra poética, le valieron entre los conocedores el título de puente necesario entre una beat generation muy mal conocida en España y lo que sería el dirty realism, así como uno de los mejores autores de novela urbana que han tomado Barcelona como protagonista.

Quizá poner en el mapa a Raúl Núñez, cuya obra ha tenido una tímida recuperación  a principios del siglo XXI, fuera una de las mayores aportaciones literarias de Star Books.

Fuentes:

Anónimo, «Un milagro llamado Star», El País, 7 de marzo de 2008.

Encarna Castillo, «Star. La contracultura de los setenta», 13 millones de naves.

Fran G. Matute, «Entrevista a Ramón de España», Jot Down, abril de 2020.

Harnán Migoya, «Cuando vivir no era consumir. Entrevista a Juanjo Fernández, editor de la revista Star», publicado originalmente en Comicsario, 11 de febrero de 2008.

Charo Mora, «Memorias de una Star», El Mundo, 6 de febrero de 2008.

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