«Sol, i de dol», de J. V. Foix: un pie de imprenta falso pero verídico

A Margarida Trias, agradecido.

Aún en 2021, una fuente tan consultada como Wikipedia explica, en su entrada sobre el famoso poemario de J.V. Foix (1893-1987) Sol i de dol, que «salió en 1947, aunque con pie de imprenta de 1936 para saltarse la censura», lo que puede llevar, cuando menos, a cierta confusión, porque esa misma idea ha venido repitiéndose en diversos textos divulgativos sobre este libro de Foix. Vaya por delante, sin embargo, que el copyright reza: «L’Amic de les Arts, 1935-1936».

Ciertamente, no es excesivamente raro encontrar ediciones de literatura catalana de los años cuarenta con pies editoriales falsos para eludir a la censura franquista. En algunos casos se indicaban lugares de edición en el extranjero, entre los que el más famoso quizá sea la primera versión de Las elegies de Bierville de Carles Riba (1893-1959) editado en Barcelona, en una tirada muy reducida, y fechada falsamente en Buenos Aires; en otros, se elegían fechas previas a la guerra civil para, llegado el caso, quienes tuvieran un ejemplar lo pudieran hacer pasar por publicado antes de las leyes censoras franquistas (de 1938).

J.V. Foix.

Sin embargo, no fue exactamente ese el caso de Sol, i de dol. Algunos de los setenta sonetos que lo componen aparecen fechados ya en su primera edición (1947) en años tan lejanos como 1913, 1916, entre 1918 y 1923 y 1927 en el breve texto que precede a los poemas titulado «Descàrrec», fechado en octubre de 1936.

Así, pues, no se trata en sentido estricto de un libro creado en 1947 al que se le pusiera una fecha falsa para engañar a la censura franquista, sino que la recopilación de los poemas escritos en la década de 1910 y 1920, o una primera edición (en el sentido de ordenación y corrección de los mismos, no de publicación) se llevó efectivamente a cabo en las inmediaciones de la guerra civil, si bien es cierto que la idea fue transformándose incluso en el período comprendido entre 1938 y 1947.

Se ha mencionado también en ocasiones que en 1936 Foix llegó a corregir pruebas de imprenta, si bien un buen conocedor de la obra del poeta, el editor Jaume Vallcorba, en el prólogo a la edición crítica que preparó de Sol, i de dol (Quaderns Crema, 1985) expresa ciertas reticencias en cuanto a la veracidad de esta afirmación: «Fue publicado en 1947—aunque su pie de imprenta afirme que es de 1936: una argucia para despistar a las autoridades, si bien el poeta siempre afirmó que en 1936 ya estaba impreso, y que fue el inicio de la guerra lo que impidió su difusión [la traducción es mía]».

Es también sabido que las fechas aportadas por Foix a veces deben ser tomadas con prudencia, atendiendo al peculiar argumento que expresó en el texto que antecede Les irreals omegues (1949), titulado «Excuses», en el que explica que «la fecha que acompaña individualmente los poemas suscribe provisionalmente la experiencia de los mismos y no cierra el proceso», lo que sin duda abre explícitamente la puerta a posteriores correcciones o enmiendas.

Con todo, una de las declaraciones más inequívocas respecto a si existieron o no unas pruebas de imprenta de Sol, i de dol se encuentran en un contexto que difícilmente se prestan al engaño o la mixtificación: el intenso e interesantísimo epistolario que Foix mantuvo con el que fuera su cuñado, el librero, editor, traductor y divulgador de la cultura catalana y española Joan Gili i Serra (1907-1998), del que en 2021 la Fundación J. V. Foix publicó una amplísima selección con el título Entre llibres i llibres. Correspondència 1935-1983. Ya en 2017 Joan R. Veny-Mesquida y en 2019 Míriam Ruiz-Ruano habían llamado la atención, por ejemplo, acerca de una carta de Foix a Gili fechada el 23 de noviembre de 1938 (que luego se incluyó en el mencionado libro y de la que traduzco el pasaje):

Es casi seguro que el mes que viene saldrá una compilación mía de sonetos de todas las épocas, en la misma colección que los otros dos [Gertrudis y KRTU, en L’Amic de les Arts] y con la misma presentación tipográfica. Comprende sonetos del año 13, 18, 19, 21, 22, 25 y cuatro o cinco que he escrito para dar unidad al libro. Como el tiraje será limitado, en edición de papel de hilo, numerada y firmada, te ruego que me digas, en el primer correo, los ejemplares que te interesen […] Va ilustrada con dos Obiols, inéditos.

 

Para rematarlo, añade en la misma carta una versión del soneto cuyo primer verso reza «No pas irós, ni trist, si dellà el riu», incorporado luego a la primera sección de Sol, i de dol; y, ciertamente, la edición de 1947 se publicó en L’Amic de les Arts e incluyó una, pero solo una, ilustración de Josep Obiols (volveremos sobre este punto).

De la fecha del «Descàrrec» puede deducirse que el libro quedó listo para entrar en imprenta en 1936 pero que la evolución de la guerra civil retrasó hasta tal punto su impresión y encuadernación que a finales de 1938 aún no se había publicado. De ser así, es evidente que la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en enero de 1939 desbarataría por completo cualquier plan en ese sentido.

Joan R. Veny -Mesquida consigna dos modos distintos de divulgar algunos de los sonetos de Sol, i de dol entre 1936 y los primeros años cuarenta, dos de los cuales pueden leerse ahora en el mencionado epistolario: en cartas a Gili del 3 de noviembre de 1938 y en la ya citada del 23 del mismo mes; además, en una lectura clandestina del grupo Amics de la Poesia el 20 de diciembre de 1942, de la que surgió un opúsculo que reproduce seis poemas. Y aun, el mismo año de la publicación, aparecen otros tres sonetos en la Antología de la poesía catalana publicada por José Janés y preparada por Josep Pedreira, si bien firmada por Fernando Gutiérrez (en esta caso, sí para eludir la censura franquista).

En ese utilísimo epistolario con Gili aparece además de nuevo una referencia interesante a Sol, i de dol, en este caso fechada en un día tan señero como el 14 de abril (de 1948); en respuesta a una pregunta de Gili que desconocemos, Foix se muestra muy explícito y apela además a la memoria de su amigo: «No, estimadísimo Joan, el título del libro data de 1936 (¿recuerdas que se había compuesto al principio de la revolución y que Altés no lo pudo tirar porque le ocuparon la editorial?) y el poema data de 1928».

Años más tarde, en una famosa entrevista concedida al poeta Narcís Comadira y publicada en 1985 (cuando Foix contaba noventa y dos años), explica que el libro ya estaba impreso en 1936 y que las pruebas, corregidas, quedaron en la imprenta sin llegar a distribuirse, y que varios años más tarde (traduzco de nuevo): «Altés me llamó un día para decirme que tenía allí las pruebas de Sol, i de dol y decidimos publicarlo. Aún añadí un par de poemas. Pasó el libro y sólo me quitaron una lámina de un desnudo femenino, un dibujo de Obiols, que después se ha publicado en otro libro publicado por Aymà».

El dibujo de Obiols incluido en la primera edición de Sol, i de dol.

Esto resulta un poco extraño y un punto enigmático. Si fuese cierto que el motivo para dejar como fecha del copyright 1935-1936 era simular que se había impreso antes de la guerra y así no tener problemas con la censura, no parece del todo congruente que Foix diga que «pasó el libro» con la única salvedad de la imagen de un desnudo femenino. Lo cierto es que a partir de 1946 empezaron a concederse algunos permisos para publicar algunos libros en catalán, si se trataba de ediciones destinadas a públicos reducidos, ya fueran filólogos especializados o biblilófilos que pudieran permitírselo. Entonces, ante la aparente evidencia de que este libro fue presentado a censura y obtuvo autorización para publicarse con enmiendas (como puso también de manifiesto Veny-Mesquida, quien alude a un «mecanuscrito del libro presentado a censura»), la fecha del pie de imprenta ha de encontrar otra explicación que no sea «una argucia para despistar a las autoridades». Añádase al enigma que, de nuevo según la investigación de Veny-Mesquida, el Archivo General de la Administración de Alcalà de Henares asegura no conservar ningún expediente de censura de Sol, i de dol.

En cualquier caso, de todos estos datos puede pensarse que, aun cuando el libro salió en 1947, en sus líneas maestras ya estaba creada en 1936 una versión que fue objeto de correcciones y enmiendas, incluso de la adición de algunos poemas y el replanteamiento del contenido de alguna de las secciones, antes de su publicación definitiva, pero que, en el proceso creativo de Foix, es un libro que corresponde y es razonable fechar en las inmediaciones de la guerra civil española.

Fuentes:

Narcís Comadira, entrevista a Foix transcrita por Xavier Febrés, en Oh, si prudent i amb paraula lleugera… Entrevistes a J. V. Foix, Barcelona, Fundació J.V. Foix,  2015, pp. 116-185 (originalmente publicado como Diàlegs de Barcelona 7, Ajuntament de Barcelona- Laia, 1985).

J. V. Foix, Entre llibres i llibres. Correspondència 1935-1983, edición de Margarida Trias y prólogo de Josep Mengual, Barcelona, Fundació J. V. Foix- Edicions 62 (Llibres a l’Abast 419), 2021.

Míriam Ruiz-Ruano Rísquez, «Citacions d’autors medievals i gènesi de Sol, i de dol», Els Marges, núm. 118, (primavera de 2019), pp. 10-38.

Joan R. Veny-Mesquida, «Variants d’autor: una tipología de tipologies», en Montserrat Jufresa, Carles Garriga y Eulàlia Miralles, eds., Som per mirar. Estudis de literatura i crítica oferts a Carles Miralles, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2014, pp. 25-55.

Joan R. Veny-Mesquida, «Sobre les darreres voluntats de l’autor a Sol, i de dol (amb versions inèdites de sonets)», en I. Zamuner, ed., «M’exalta el nou i m’enamora el vell». J.V. Foix (e Joan Miró) tra arte e letteratura, Florencia: Olschki, 2017, p. 29-59.

Jaume Vallcorba y la prehistoria de la editorial Acantilado

Que Jaume Vallcorba (1949-2014) fue un editor excepcional y uno de los mejores con que contó la cultura catalana en el siglo xx es algo que ni siquiera sus enemigos íntimos –que los tuvo–, ha negado nunca. Y probablemente se debe a que Vallcorba emprendió los proyectos que mayor fama le dieron (Quaderns Crema, Sirmio, Acantilado) con un bagaje que lo singularizaba en el panorama editorial de su entorno y lo convirtió en muy poco tiempo en un punto de referencia.

La más que sólida formación filológica y ecdótica, así como el exquisito gusto literario que demostró proceden sin duda de su carrera académica (doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona) y del ejercicio de la docencia (Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Burdeos III, Universidad de Barcelona, Universidad Pompeu Fabra) y se pusieron de manifiesto también en su obra de investigación (con títulos como Lectura de la Chanson de Roland, 1989; Nocentisme, mediterraneisme i classicisme, 1994; J.V. Foix, 2002, o De la primavera al Paraíso, 2013).

José Antonio Millán, La memoria (y otras extremidades), Sirmio, 1990.

Sin embargo, su acerada sensibilidad como grafista es quizá menos conocida pero de semejante importancia para que acabaran cristalizando sus proyectos editoriales, y se forjó en paralelo a la literaria. Vallcorba no es sólo referencia en cuanto a selección rigurosa, audaz e imaginativa de los textos que publicó, sino también, y por lo menos en igual medida, en cuanto a modernizador de las artes gráficas en el sector editorial del que la edición catalana estaba muy necesitada cuando surgió. En palabras del prestigioso diseñador Juli Capella: “el modelo por aquel entonces eran las cubiertas de Jordi Fornas para Edicions 62, Enciclopèdia Catalana, Edigsa… que sin embargo ya suponía un paso adelante respecto a la ramplona gráfica española el momento, salvo en el caso de Daniel Gil y sus originales cubiertas para Alianza y El Libro de Bolsillo”.

Ya en 1972 creaba Vallcorba, con la colaboración de Pucci Vilurbina y Oriol Treserra, el taller de diseño y serigrafía Aiguadevidre, experiencia que se mantuvo en activo hasta 1975 y que él mismo evocaba después en los siguientes términos:

Pau Riba, Ena, Quaderns Crema, 1987.

Fue una experiencia que hizo que me preocupara por un montón de cosas en las que quizá nunca hubiera pensado. Por otra parte, ya allí empezamos una colección de libros un poco vanguardistas. A mí se me había ocurrido que se podría hacer una revista interdisciplinar, en la cual pudiera haber películas, música, cosas muy diversas. Pero en aquellos tiempos había una “Ley de Publicaciones Unitarias” que no lo permitía. Había que pasar diferentes tipos de censura, y todo se hacía tan complicado que al final pensamos en hacer una revista convencional. Salió un primer número, pero enseguida pasamos a hacer libros monográficos, dedicados a diversos artistas.

En 1974 aparece con pie editorial de Edicions 62 (por préstamo) el volumen colectivo y multidisciplinar El parking de les feres (con obra literaria y gráfica de Fina Miralles, Arcadio Reynes, Oriol Pi de Cabanyes, Wendy Granger, Fernando Trias, Junoy y el propio Vallcorba, entre otros), que constituye el origen de lo que serían una serie de volúmenes atribuidos a Edicions 62 por cuestiones legales pero llevadas a cabo por unas efímeras Edicions 1068: Anotacions-31 de desembre de 1974 (1975), de Bigas Luna; Exercicis de cal·ligrafia (1975), de Alexandre Ferrer i Pucci Vilurbina, y  Notes nocturnes (1976), de Albert Ràfols Casamada.

Página de Pol·len d´entrecuix, con un poema de Murgades.

Vallcorba forma entonces, con Narcís Comadira y Quim Monzó, el trío coordinador de una revista underground de la que aparecen en 1977 sólo dos números simultáneos en forma de hojas sueltas recogidas en una carpeta, con textos y dibujos también de Biel Mesquida, entre otros. De la misma época es una muy poco conocida revista Tarotdequinze, salida también de Aiguadevidre. Pocos años después da sus primeros pasos la revista Quaderns Crema (con una primera serie de siete números y una segunda de dos más), entre los que destaca el iconoclasta tercer número (mayo de 1980), que con el título Pla, i català, reúne textos de algunos de los personajes que formaban el entorno más próximo de este proyecto: Dolors Oller, Josep Murgades, Francesc Parcerisas, Salvador Oliva, Antoní Marí, etc., encabezados por un texto del propio Pla (“Suplement al clima: les tramuntanes”) y un cierre de Eugeni d´Ors (“Discurs presidencial”); por otra parte, el quinto número (septiembre de 1981) tiene la particularidad de publicar la que muy probablemente sea la primera traducción publicada por Quim Monzó (los relatos aparecidos en el New Yorker “The standard of living” y “The Waltz”, de Dorothy Parker). Tampoco deja de tener su punto irónico el papel de contrapeso que esta publicación tenía respecto a la hegemónica Els Marges, donde por otra parte Vallcorba acababa de publicar unas muy interesantes notas sobre la cultura underground catalana que siguen siendo punto de partida para cualquier estudio sobre la materia.

Por esas mismas fechas, con el diccionario gráfico-satírico ABCdari il·lustrat (1978), de Mariscal, Vallcorba había puesto ya en marcha las Edicions dels Quaderns Crema, inicialmente amparadas bajo la protección de Antoni Bosch Editor. Al título de Mariscal seguirían otros dos de poesía, El corb (1979), de Vicent Andrés Estellés, y Territori del temps (1979), de Ràfols-Casamada, con prólogo de Josep M. Castellet.

Joan Ferraté (1924-2003).

Sin embargo, la presentación en sociedad de Quaderns Crema como editorial independiente se produce en diciembre de 1979 (en el barcelonés restaurante La Balsa), en que Francesc Parcerisas glosó los libros con que se estrenaban las colecciones Poesia dels Quaderns Crema (El preludi, de Antoni Marí, que en realidad era el número 4)  y Sèrie Gran (Les poesies d´Ausiàs March, en edición de Joan Ferraté). A Joan Ferraté, como al gran Gustau Gili, lo destacó Vallcorba como otro de los hombres importantes en los inicios como editor:

Me transmitió el interés por hacer una editorial de tono europeo y por la tipografía. De él aprendí mucho. No porque me dijera esto ha de ser así o asá, sino ofreciéndome modelos. Me prestó unos manuales de tipografía alemanes del XVII y me enseñó cuestiones que a él le habían preocupado cuando trabajaba en Seix Barral. También Gustau Gili me dejó hojear los bodonis y didots de su biblioteca de la calle de la Princesa.

Presentación de Self Service, porrón mediante, en la Ramblas de Barcelona en el Sant Jordi de 1978. De izquierda a derecha: Biel Mesquida, Pepa López, Pep-Maür Serra, dos personajes no identificados, Claudi Montayá i Quim Monzó.

A esos títulos iniciales hay que añadir enseguida el libro de cuentos Uf, va dir ell, de Quim Monzó, quien hasta entonces sólo había publicado L’udol del griso al caire de les clavegueres (Premi Prudenci Bertrana 1976 y publicado en Edicions 62) y, con Biel Mesquida, Self service (Iniciativas Editoriales, 1977), porque será quizás el autor más representativo de una de las líneas fuertes de Quaderns Crema, el descubrimiento de una corriente renovadora de la narrativa catalana. Con autores como Monzó, Ferran Torrent y Sergi Pàmies, pero también con ediciones de clásicos universales y catalanes y de los principales vanguardistas catalanes, Vallcorba sentó las bases de una de las editoriales culturalmente más sólidas de su entorno y, tras el pequeño tropezón que supuso la creación de Sirmio (donde publicó a José Antonio Millán, Machado de Assís, Francesc Trabal, Javier Cercas o Joseph Roth, entre otros), irrumpió en 1999 en el ámbito de la edición en lengua española con Acantilado, en un momento en que llevaba a sus espaldas un bagaje que sólo podía suponer buenos augurios. La retahíla de premios y reconocimientos –algunos tan significativos como la Medalla de Oro del Fomento de las Artes Decorativas 2001 o el Reconocimiento al Mérito Editorial de la FIL de Guadalajara en 2010– son un buen indicador de la influencia que ejerció Vallcorba como editor y de la importancia que tiene su legado.

Vallcorba con Mauricio Wiesenthal, uno de sus últimos fichajes (si no el último).

Fuentes:

Julià Guillamon, ed., L´estil Quaderns Crema. Trenta anys d´edició independent, 1979-2009, Barcelona, Quaderns Crema, 2010. Incluye textos de Jordi Martí, Jaume Vallcorba, Julià Guillamon, Juli Capella, Oscar Tusquets Blanca, Jordi Llovet y Anton M. Espadaler, además de abundante material gráfico.

Escáner_20151105 (2)Julià Guillamon, “Vallcorba antes de Vallcorba”, La Vanguardia, 24 de agosto de 2014.

Isabel Obiols, “No tinc cap vocació de minoritari” (entrevista a Jaume Vallcorba), Quadern de El País, 9 de septiembre de 2004, p. 4.

Zeneida Sardà, “Jaume Vallcorba, l´èxit de l´editorial d´editor”, en Retrats, Publicacions de l´Abadia de Montserrat (Biblioteca Serra d´Or), 2007, pp. 135-142.

Jaume Vallcorba, “La pasión del editor”, en Trama & Texturas, núm. 25 (diciembre de 2014), pp. 7-12.

Jaume VallcorbaPlana, “Underground vol dir metro”, I y II, Els Marges, núms. 11 (1978), pp. 114-117, y 12 (1978), p. 131-137.