La Biblioteca Sabadellenca

«Uno es siempre de donde hizo el bachillerato; de donde se hizo hombre»

Max Aub

Es evidente que el momento álgido de la edición en la ciudad de Sabadell ha quedado indeleblemente asociado a la creación por parte de la Colla de Sabadell (Francesc Trabal, Armand Obiols, Ricard Marlet, Joan Oliver, etc.) de la editorial La Mirada. Sin embargo, el historiador Josep Lluís Martín i Berbois argumentó bastante convincentemente ya en 2006 hasta qué punto esta editorial fue una réplica a otra iniciativa de notable entidad, la Biblioteca Sabadellenca.

Creada por el librero y escritor Joan Sallarès i Castells (1893-1971) y el periodista Joan Costa-Jussà i Deu (1883-1938), de los que solo el segundo militaba en La Lliga (desde 1907), el origen de la editorial está en una tertulia predominantemente afín a este partido y el primer libro responde, a decir del prólogo, a un encargo o demanda de la Lliga Regionalista local.

El primer libro, un volumen de 19 x 13 encuadernado en cartoné, aparece fechado en la cubierta en 1924, si bien según el colofón se terminó de imprimir —en la muy prestigiosa empresa de Joan Sallent (1879-1936)— en enero de 1925, lo que permite asegurar que llegaría a los lectores ese año (el mismo en que se estrena La Mirada). Se trataba de una obra del dramaturgo, poeta, bibliotecario y archivero municipal Manuel Ribot i Serra (1859-1925) que se tituló Poesies, y de cuya selección figuran como responsables Sallarès y Costa. El volumen se había planteado como un homenaje de La Lliga Regionalista al célebre autor local y se había abierto para ello una suscripción, que añadida a la enorme repercusión que tuvo en la prensa hizo que el libro se convirtiera en un éxito.

Conviene añadir que una de estas primeres críticas, aparecida en marzo de ese año, se publica en la Revista de Sabadell, fundada por el propio Ribot y la firmaba el historiador y filosofo Miquel Carreras (1905-1938), quien dos años más tarde aparece en la misma colección como prologuista del poemario de Josep Cardona Agut Terrals y en 1930 como autor de Línies d’història ciutadana. Tampoco estará de más añadir que Carreras era sobrino de Joan Costa-Jussà, lo que si hiciera falta vendría a confirmar el carácter casi grupal y muy endogámico de este proyecto editorial.

El segundo volumen fue de nuevo de Ribot, y es particularmente interesante por entrar en el terreno de la poesía jocosa, que caracterizaba a quienes podían considerarse hasta cierto punto su competencia, el Grup o Colla de Sabadell. Su título era inequívoco, Garbuix: poesies festives i humorístiques, y era una edición aumentada del libro que el autor ya había publicado en 1905 en la imprenta del pionero Pere Tugas Marca (¿?-1911).

Los dos número siguientes son de la poeta Agnès Armengol Altayó (1852-1934), un nuevo homenaje de la Lliga titulado Sabadellenques i altres poesies (1925), cuya selección corrió de nuevo a cargo de Costa y Sallarés, y Redempció; poema (1925), prologado por Josep Lleonart (1880-1951), quien ya a principios de siglo se había hecho famoso por sus versiones en verso de obras wagnerianas y sus versiones de Goethe y que en 1925 publicaba en la Llibreria l’Arc de Berà Dos ànimas, del premio Nobel de 1910 Paul Heyse (1830-1914). Y a ellos hay que añadir como séptimo número Els dies clars: petits poemes (1926), con prólogo de mosén Anton Navarro y en cuyo colofón figura solo Joan Costa i Deu como director de la Biblioteca Sabadellenca.

Mayor empaque tenía el prologuista del siguiente número, el quinto, el poeta Josep Mª López-Picó (1886-1959), quien presenta una nueva edición de homenaje, los póstumos Poemes de Joaquím Folguera (1893-1919), con quien en su momento López-Picó había fundado la muy influyente La Revista (y las Edicions de La Revista). Años más tarde, en 1934, el número trigésimo de la colección lo ocuparía otro libro de Folguera, La lírica catalana moderna, prologado por Octavi Saltor (1902-1982), que acaso sea el mismo que en el ya mencionado Els dies clars se anuncia en las páginas finales como en preparación con el título Articles y prólogo de Josep Carner.

También el prologuista del sexto resulta sorprendente, Joan Oliver, que presenta otro de los homenajes de la Lliga, en este caso al poeta y dramaturgo Joan Trías Fàbregas (1883-1955) publicándole el poemario Les hores quietes (1925), con un retrato del autor obra del pintor y grabador también sabadellense Antoni Vila Arrufat (1894-1989) en el frontispicio. Y resulta hasta cierto punto sorprendente porque estas intervenciones tanto de Oliver como de Vila Arrufat en un libro de la Sabadellenca ponen de manifiesto las colaboraciones o trasvases de relaciones entre este proyecto editorial y el que por entonces acababa de poner la Colla de Sabadell, La Mirada.

El año 1925, pues, se salda con un promedio de un libro cada dos meses, y hasta 1928 se mantendrá un ritmo de publicación similar (cuatro títulos en 1926, seis de nuevo en 1927, cuatro en 1928 y dos solo en 1929 para ya no remontar). Ciertamente, como señaló Josep Lluís Martin i Berbois, a la larga han sido más famosos y reconocidos algunos de los prologuistas de estos libros —el dramaturgo Ignasi Iglesias (1871-1928), el crítico Manuel de Montoliu (1877-1961) o el poeta Joan Mínguez (1900-1961), por ejemplo— que sus autores (Pere Salom Morera, Joaquim Guiu, Camil Geis…), sobre todo en lo que se refiere a los libros publicados en los años veinte.

Con el número octavo se rompe el hábito de publicar sólo poesía: La bogeria i altres comèdies (1926), de Josep Got Anguera (1861-1908), quien había publicado el grueso de su obra a través de la imprenta de Joan Comas Faura. Además del drama en tres actos que da título al volumen (estrenado en el Romea el 14 de enero de 1895), incluía la comedia en un acto La Dideta (publicada en 1900 en la Llibreria de l’Arc de Berà) y el cuadro de costumbres inédito (del que se conserva un manuscrito en la Biblioteca de Catalunya) La Societat del bon apreci o Ball de la punyalada, así como un prólogo del periodista e historiador local Pere Martí y Peydró (1886-1932) y, como todos los volúmenes, un retrato del autor en el frontispicio (en este caso una fotografía).  

De los títulos posteriores, resulta curiosa la presencia de Pilar Tous de Cirera (Pilar Tous i Forrellad, 1899-1993), tanto como autora debutante con el poemario Vergeret d’abril (1934), prologado por Joan Arús (1891-1982), como autora de un libro (Poesia) prologado por el poeta, compositor y organista de la iglesia de Sant Fèlix de Sabadell Camil Geis (1902-1986) que quedó inédito cuando la colección desapareció como consecuencia de la guerra civil pese a haberse anunciado reiteradamente desde mayo de 1936 en las páginas de La Veu de Catalunya su aparición ese otoño. A no ser que el contenido de ese proyectado libro fuese el que luego compuso Figures i paisatge (1943), con el que obtuvo la Flor Natural en la Festa de les Lletres celebrada en el Teatre Euterpe de Sabadell (la primera que se celebraba tras la guerra) y del que, según la autora, se hizo una tirada limitadísima (menos de veinte ejemplares, uno de ellos en papel Japón y el resto en papel de hilo) con diecisiete ilustraciones del xilógrafo sabadellense Ricard Marlet (1896-1976).

En cuanto a la presencia femenina en la colección, al margen de los casos mencionados de Agnès Armengol y Tous i Forrellad, hay que añadir el prólogo que la sufragista y adalid del feminismo Carme Karr (1865-1943) escribió para la novela Tot cendra, de Pere Salom Morera (1883-1950), que se publicó en 1931 como número 24.

En cuanto a los frontispicios, que a menudo reproducen fotografías de los autores, tiene particular interés el hecho de que tres de ellos sean obra de Vila Arrufat: además del ya mencionado Les hores quietes (1925), los dos volúmenes del Ideari del Doctor Sardà, de Joan Ugas, con prólogo de Lluís Carreras el primero (1927) y de Manuel de Montoliu el segundo (1930). El vínculo de Vila i Arrufat con este grupo se extiende además a otro de los libros especialmente interesantes de esta colección, La jove pintura local (1927), un volumen de 238 páginas profusamente ilustradas en blanco y negro fuera de texto, en el que se pasa revista a artistas como los entonces jóvenes Joan Vila Puig (1890-1963), Rafael Durancamps (1891-1978), Jaume Bassa (1900-1961), Josep Vives Bracons (1902-1985), vinculado como Vila Arrufat a la Colla de Sabadell y colaborador de La Mirada, Màrius Vilatobà (1907-1969), que en 1925 había expuesto por primera vez (a los dieciocho años) y al final de la guerra civil iniciaría un periplo por Francia, Buenos Aires y México, y repasa más sucintamente la obra de Francesc Planas Dòria (1879-1955), Ricard Marcet (1890-1939), Enric Palà (1891-1974), el ya mencionado Ricard Marlet y a los jovencísimos Esteve Valls Baqué (1910-1994) y Molins de Mur (1911-2006).

Se ha debatido cuántos títulos componen la Biblioteca Sabadellenca. A los treinta y uno más conocidos, Josep Lluís Martín i Berbois señalaba la necesidad de añadir el de homenaje al acuarelista y profesor Joan Vila Cinca (1856-1938), padre precisamente de Vila Arrufat, que se publicó en 1936 como número 34 y recoge los actos de homenaje y numerosas ilustraciones. Sin embargo, es posible que sean incluso más, pues hay algunos, como advierte Josep M. Benaul, que no aparecen numerados y que por la presentación y el diseño de cubierta parecen formar parte de otra serie, como es el caso de —cuanto menos— Línies d’història ciutadana (1930), de Miquel Carreras i Costa-Jussà (1905-1938), y El Dr. Sardà i Salvany i la fundació de la Casa-Asil de les Germanetes dels Avis Desemparats de Sabadell (1931), de Lluís Berenguer. Y añádase a ello la colección Els Nostres Goigs. Aún quedan, pues, cuestiones por esclarecer acerca de este proyecto editorial y sobre la eclosión editorial sabadellense que Benaul atribuye a la confluencia de tres factores: la revitalización de la actividad intelectual en el ámbito de las izquierdas (Editorial La Fona, Biblioteca Germinal, Crisol), la aparición de la Colla de Sabadell (y de La Mirada) y, en lo que aquí atañe, la vitalidad de la creación literaria y ensayística conservadora local. Ciertamente, parece tratarse más bien de una confluencia que de polos enfrentados o en pugna.

Fuentes:

Joan Alsina i Giralt, «Joan Sallarès i Castells, 1893-1971. Assaig de biografia», Arrahona, tercera época, núm. 6 (primavera de 1990), pp. 47-64.

Lluis Bonada, «Industrial i lletraferida», El Temps, núm. 1471 (21 de agosto de 2012), pp. 50-52.

Àngels Casanovas i Romeu, Miquel Carreras i Costajussà (1905-1938): passió i compromís, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2011.

Josep M. Benaul Berenguer, «Autors, editors i impressors a Sabadell, 1850-1975. Nota histórica», en AA.VV., Sabadell, lletra impresa: de la vila a la fi de la ciutat industrial. Catàleg de la Col·lecció Esteve Renom–Montserrat Llonch, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2012.

Josep Lluís Martín i Berbois, «La Biblioteca Sabadellenca. Una editorial al servei d’un partit», Els Marges, núm 80 (2006), pp. 31-48.

M. Àngels Solà Vidal, «Catàleg de la Colecció Esteve Renom-Montserrat Llonch», en AA.VV., Sabadell, lletra impresa: de la vila a la fi de la ciutat industrial. Catàleg de la Col·lecció Esteve Renom–Montserrat Llonch, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2012.

Apéndice: Títulos de la Biblioteca Sabadellenca (recogidos a partir del catálogo preparado por M. Àngels Solà Vidal mencionado en las Fuentes).

1 Manuel Ribot i Serra, Poesies, selección de Joan Costa i Deu i Joan Sallarès. Edición de homenaje de la Lliga Regionalista de Sabadell, Imprenta de Joan Sallent, 1925, 189 pp.

2 Manuel Ribot i Serra, Garbuix: poesies festives i humorístiques, Imprenta de Joan Sallent, 1925, 115 pp.

3 Agnès Armengol Altayó, Sabadellenques i altres poesies, selección de Joan Costa i Deu i Joan Sallarès. Edición de homenaje de la Lliga Regionalista de Sabadell, Imprenta de Joan Sallent, 1925, 192 pp.

4 Agnès Armengol Altayó, Redempció: poema, prólogo de  Josep Lleonart Imprenta de Joan Sallent, 1925,168 pp.

5 Joaquim Folguera Poal, Poemes, prólogo de Josep M. Lòpez-Picó. Edición de homenaje de la Lliga Regionalista de Sabadell, Imprenta de Joan Sallent, 1925, 154 pp.

6 Joan Trías Fábregas, Les hores quietes: poemes, selección de Joan Oliver Sallarès, frontispicio de Joan Vila Arrufat, edición de homenaje de la Lliga Regionalista de Sabadell, Imprenta de Joan Sallent, 1925, 187 pp.

7 Agnès Armengol Altayó, Els dies clars: petits poemes, prólogo de mosén Anton Navarro, Imprenta de Joan Sallent, 1926, 193 pp.

8 Josep Got Anguera,  La Bogeria i altres comèdies, prólogo de Pere Martí i Peydró, incluye La Bogeria, La Dideta y La Societat del Bon Apreci o el Ball de la punyalada, Imprenta Joan Sallent, 1926, 190 pp.

9 Pere Salom Morera, Com nosaltres perdonem…, prólogo de Ignasi Iglesias,  Imprenta de Joan Sallent, 1926, 174 pp.

10 Agnès Armengol Altayó, Rosari antic: tradicions i records, prólogo de Anton Busquets i Punset y nota biográfica de Margarida Costa, frontispicio de Lluïsa Vidal,  Imprenta de Joan Sallent, 1926, 240 pp.

11 Joan Ugas, Ideari del Doctor Sardà i Salvany: volum I, prólogo de Lluís Carreras, ilustraciones de Antoni Vila Arrufat, Imprenta de Joan Sallent, 1927, 207 pp.

12 Josep Cardona Agut, Terrals: poesies, prólogo de Miquel Carreras, Imprenta de Joan Sallent, , 1927, 208 pp.

13, El Doctor Sardà i Salvany: memòries i records, prólogo de Joan Ugas, Imprenta Joan Sallent, 1927, 225 pp.

14 Josep Cardona Agut, Cançons i moralies, prólogo de Lluís Bertran i Pijoan, Imprenta Joan Sallent, 1927, 210 pp.

15 Joan Matas Munné, La Jove pintura local, Imprenta Joan Sallent, 1927, 238 pp.

16 Pau Griera Cruz, L’estàtua viva i altres narracions, prólogo de Joan Trias Fàbregas, Imprenta Joan Sallent, 1927, 182 pp.

17 Pau M. Turull Fournols, Eurítmia: poemes,  prólogo de Manuel de Montoliu, Imprenta Joan Sallent, 1928, 122 pp.

18 Josep Cardona Agut, Lliris blaus, prólogo de Pere Verdaguer, Imprenta Joan Sallent, 1928, 226 pp.

19 Joan Sallarès Castells, Ànimes i accions, prólogo de Joan Mínguez, Imprenta Joan Sallent, 1928, 222 pp.

20 Agustí Rius i Borrell, Sabadell: monografia, prólogo de F. de P. Xercavins, Imprenta Joan Sallent, 1928, 163 pp.  En el colofón se menciona como traductor a Agustí Rius i Tarragó.

21 Joaquim Guiu i Bonastre, La Parròquia de la Puríssima Concepció: monografia, prólogo de Lluís Carreras, Imprenta Joan Sallent, 1929, 212 pp.

22 Josep Puig Cassanyes, La Pretèrita collita, prólogo de Joan Sallarès, Imprenta Joan Sallent, 1929, 182 pp.

23 Joan Ugas, Ideari del Doctor Sardà i Salvany: volum II, prólogo de Manuel de Montoliu, il·lustracions de Antoni Vila Arrufat, Imprenta Joan Sallent, 1930, 191 pp.

24 Pere Salom Morera, Tot cendra, prologo de Carme Karr, Imprenta Joan Sallent, 1931, 158 pp.

25 Camil Geis, Camil Balades i cançons, prólogo de Octavi Saltor, Imprenta Joan Sallent, 1931, 188 pp.

26 Josep Cardona Agut, Històries i fantasies, prologo de Anton Busquets i Punset, Imprenta Joan Sallent, 1931 en el colofón; 1932 en la sobrecubierta, 214 pp.

27 Joan Trias Fàbregas, Del meu voltant: poemes, prologo de Anton Busquets i Punset. , Imprenta Joan Sallent, 1932, 142 pp.

28 Frederic Martí Albanell, Notes històriques de la Parròquia de Sant Feliu de Sabadell, prologo de mosén Josep Cardona, Imprenta Joan Sallent Succr., 1933, 241 pp.

29 Pilar Tous de Cirera, Vergeret d’abril: poesies, prologo de Joan Arús, Imprenta Joan Sallent Succr., 1934, 163 pp.

30 Joaquim Folguera Poal, La lírica catalana moderna: estudis, prologo de Octavi Saltor, Imprenta Joan Sallent Succr., 1934, 141 pp.

31 Camil Geis, Glossari de pietat: poesies, prólogo de mosén Pere Verdaguer, Imprenta Joan Sallent Succr., 1935, 214 pp.

32 Joan Vila Cinca: llibre d’homenatge., Imprenta Joan Sallent Succr., 1936, 197 pp.

s/n Lluís Berenguer, El Dr. Sardà i Salvany i la fundació de la Casa-Asil de les Germanetes dels Avis Desemparats de Sabadell, Imprenta Joan Sallent, 1931, 37 pp.

s/n Miquel Carreras i Costajussà, Línies d’història ciutadana, Imprenta Joan Sallent, 1930, 55 pp.

Hay constancia de que se preparaba, por lo menos, un libro de poesía de Tous i Forrellat prologado por Camil Geis. Convendría repasar sistemáticamente las páginas finales (donde se anuncian títulos en preparación) de todos los ejemplares para identificar otros proyectos que no llegaron a publicarse.

Joan Comas Faura, una imprenta y grupos anarquistas en Sabadell

Casa Calvet.

Del arquitecto modernista Juli Batllevell i Arús (1864-1929), discípulo de Lluís Domènch i Montaner (1849-1923) y ayudante de Antoni Gaudí (1852-1926) en la Casa Calvet, por ejemplo, es sobre todo conocida la parte de edificios barceloneses, como la Casa Teodor Prat (1899), la Casa Martí Trías i Domènech del Parc Güell (1903) o la Casa Antònia Burés (1906), pese a que ya antes de obtener en 1895 la plaza de arquitecto municipal de Sabadell había dejado numerosos e importantes edificios en su ciudad natal: la Escola Enric Casassas, les Voltes de l’Oliver (actualmente Casal Pere Quart), la fachada posterior del Ayuntamiento, el Hotel Suizo, la Casa Prats, el Café y el Teatre Euterpe, etc., así como un edificio hoy ya desaparecido en lo que era la confluencia de la Rambla con la calle Lacy que originalmente se destinó a almacén de Vinos Oliver, que era una de las muchas iniciativas empresariales del padre del luego famoso escritor Joan Oliver (Pere Quart), Antoni Oliver Turull.

El Hotel Suizo de Sabadell.

Este peculiar almacén se arrendó a uno de los impesores más innovadores y famosos de finales del siglo XIX, Joan Comas Faura, cosa que hizo que el edificio se conociera como Imprenta Joan Comas Faura hasta que al término de la guerra civil el edificio fue derribado (al mismo tiempo que el edificio contiguo, el Centre Català de Sabadell, también obra de Batllevell).

Barcelonés nacido en 1861, Joan Comas Faura se trasladó a Sabadell en 1883 para incorporarse a la Imprenta de Joan Baqués i Fills, pero muy poco tiempo después montaba una imprenta y litografía propia en la calle Campmany e incorporó a su hermano e impresor Josep, que también se instaló en la capital vallesana.

Uno de los primeros trabajos de Comas fue la pionera pero efímera Revista de Sabadell (29 de marzo a 2 de abril de 1885) y se convirtió desde el principio en el impresor de referencia del dramaturgo de Reus establecido en Sabadell Josep Got Anguera (1861-1908), de quien imprimió obras como Enredos  (estrenada en el Teatre Parreño en octubre de 1886), el monólogo Cosas del dia (1887), el drama en verso en tres actos Muralla de Ferro (estrenada en el barcelonés Teatre Novetats en 1888) y el drama entres actos en prosa La bogeria (1895).

Pero ya antes, desde mayo de 1883, Comas Faura se hizo cargo de la impresión de la publicación anticlerical del Cercle Cooperatiu Recreatiu de Sabadell Los desheredados. Órgano de todos los que aman la verdad y el bien, que hasta entonces se imprimía en los talleres del mencionado Joan Baqués y que en septiembre de ese mismo año 1883 cambiaría el subtítulo a «Periódico Defensor de la Federación Española de Trabajadores» y en noviembre de 1884 a «Periódico Anárquico Colectivista». Era su director en aquellos años, y uno de sus más activos escritores con diversos seudónimos, el ceramista Marian Burgués i Serra (1851-1932), que en 1876 había regresado de su exilio para instalarse definitivamente en Sabadell. Una de las peculiaridades de Los Deheredados entre las publicaciones periódicas de su tiempo fue la inclusión de obra poética, acerca de la que escribe Àlex Claramunt Soto, «Este tipo de textos fortalecían la relación entre el medio y los lectores, al que se instaba a contribuir a la elaboración de los contenidos; otorgaban mayor variedad a la maquetación y, en resumen, hacían el semanario más atractivo».

Según Antonio Santamaría, «entre 1884 i 1900 [Joan Comas] fue el impresor local de mayor producción a quien se atribuye la introducción de la impresión de relieve en acero y la litografía ófest», y buena prueba del crecimiento imparable de la empresa es que a la altura de 1902 llegaría a tener registrados setenta obreros (si bien en 1913 se habían reducido a 54).

Estrechamente vinculado a la Agrupación de Propaganda Socialista, a partir de 1886 Joan Comas se convierte en el impresor de una colección de folletos de entre doce y sesenta y cuatro páginas (y un formato de 17 x 12) de esta organización, que se abre con uno de los primeros textos de Anselmo Lorenzo (1841-1914), ¿Acracia o república? (1886), y entre los que figuran obras de Cels Gomis Mestre (1841-1915), Élisée Reclus (1830-1905), Juan Serrano y Oteyza (1837-1886) y una edición anónima del Entre campesinos de Errico Malatesta (1853-1932) traducida por E. Álvarez.

Sin embargo, eso no obsta para que también en 1886 empiece a ocuparse de la impresión del Boletín de la Academia Calasancia de las Escuelas Pías de Sabadell.

De 1887 son dos folletos de la sucursal en Sabadell del Centre Català del republicano federalista Valentí Almirall (1841-1904): el libro de 98 páginas Festa inaugural del Centre Català de Sabadell (que se celebró los días 26 y 27 de marzo), firmado por el entonces muy joven activista Antoni de Paula Capmany i Borri (1858-1912), y el Manifest. Documents complementaris, de cuarenta páginas y aparecido en septiembre de ese año y que puede considerarse el número cero de una nueva publicación.

A partir del 4 de septiembre de 1887 Comas empieza a encargarse de la que será una las publicaciones más importantes de Sabadell en ese período, Lo Catalanista, subtitulada «Semanario defensor de los intereses morales y materiales de Catalunya» y dirigida por el mencionado Capmany. Ya en el primer número aparece un muy informativo anuncio publicitario en el que aún se indica como dirección Capmany 18 (talleres) con una sucursal en la Rambla 70, y se presenta como Tallers de Imprenta, Litografia, Encuadernacions, lo que le permite prometer una entrega a las 48 horas de recibido el encargo. Se ofrecen además todo tipo de materiales de papelería, impresos destinados al comercio (facturas, papel pautado, talonarios, cajas archivadoras…). En 1890 publicaría un volumen de 172 páginas con el título Aplech de poesías publicadas en Lo Catalanista.

También aparece su imprenta como encargada a partir de 1889 de muchas publicaciones del grupo anarquista barcelonés El Productor (muy relacionado a su vez con la mencionada Agrupación y también con el Grupo Benevento), sobre todo de títulos de la Biblioteca del Productor, y ya en octubre de 1892 de la publicación anarcocomunista más importante de Sabadell, Ravachol. Periódico anarquista, que era de suscripción voluntaria y que según declara la cabecera «Este periódico aparecerá cuando pueda», decisión muy oportuna porque apenas pudo publicar dos números antes de ser clausurado y sustituido en enero del año siguiente por El Eco de Ravachol. Iniciado como folletín de los números de Ravachol, en 1892 aparece en volumen el relato anónimo Primero de mayo. Sueño de un burgués, incluido en la Biblioteca del Proletariado.

Y eso no quita para que en 1890 le imprima a Juan Fábregas Sala su Sermón sobre la influencia de la Música Cristiana en la santificación de las almas.

En 1902 se convierte en el pionero de la impresión en tricomía, para un cartel de la Festa Major de Sabadell, y dos años después se traslada al edificio de Batllevell, donde una de las primeras cosas que hace es instalar un motor de gas Dudbridge de siete caballos, lo que le convierte en uno de los primeros impresores —si no el primero— en mecanizar su actividad. La pasión por el motor tendría continuidad en cuanto abandonó el negocio —al parecer, en 1913 y como consecuencia de una huelga de cinco días en la imprenta—, pues fue el creador también del primer autobús urbano de Sabadell.

Quizá el momento culminante de la carrera de Joan Comas Faure fue la obtención de una medalla de bronce en la Exposición Internacional de las Artes Gráficas y de la Industria del Libro de Leipzig de 1914 por cuatro tricomías, catálogos y libros. Sin embargo, no es mérito menor haber sido cantera de una pléyade de profesionales de las artes gráficas que protagonizarían un momento álgido de la edición en Sabadell.

Con él se formó por ejemplo el pintor y dibujante sordomudo Ricard Marcet i Picard (1890-1939), autor de los cuadernos de referencia en la enseñanza del dibujo (para la Editorial Muntanyola) y que en Comas se dedicó sobre todo al dibujo litográfico. El impresor barcelonés Pere Tugas i Marca, llegó a Sabadell en 1885 y hasta 1892 trabajó en Comas, para luego asociarse con Magí Ribera y en  1894 se estableció por su cuenta (fue también impresor de Lo Catalanista). Los sabadellenses  Marià Martí Verdejo (1904-1976) y Pere Castañé Buxó (1906-1985) fueron ambos aprendices en Comas, el primero para ser luego cajista en Pere Montaner, impresor en Hostench y finalmente socio en Fábregas y Martí, y el segundo antes de convertirse en oficial en la otra gran imprenta de la ciudad, la de Joan Sallent, hasta que se convirtió en socio de Linograf. A ellos pueden añadirse Josep Elias Olivé (1893-1973), Antoni Jané Basuldo (1891), que luego fundaría la Noográfica, Marcel·lí Obradors y, sobre todo, el ya mencionado gran referente de la impresión en Sabadell en el siglo xx, Joan Sallent Prat (1879-1936).

Edificio de Batllevell en Sabadell que albergó la Imprenta de Joan Comas.

Fuentes:

Àlex Claramunt Soto, La prensa anarquista catalana (1881-1910). De la fundación de la FTRE a la fundación de la CNT, tesis, Universitat Autònoma de Barcelona, 2019.

Josep M. Benaul Berenguer, «Autors, editors i impressors a Sabadell, 1850-1975. Nota histórica», en AA.VV., Sabadell, lletra impresa: de la vila a la fi de la ciutat industrial. Catàleg de la Col·lecció Esteve Renom–Montserrat Llonch, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2012.

Fran Fernández, «Ravachol, El Eco de Ravachol y lo que Josep Llunas logró unir (1892-1893)», Ser Histórico, 7 de agosto de 2021.

Francisco Madrid Santos, La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la Guerra Civil, tesis doctoral Dept Història Cont, Facu Geo i Hist, UB, 1989.

Antonio Santamaria, «Els orígens de la prensa periódica», iSabadell, 1 de abril de 2018.