Del exilio y el ostracismo al éxito editorial: Frederic Rahola y Jaume Vicens Vives

Son incontables la cantidad de españoles que recordarán el muy característico logo de la Editorial Teide a raíz de las horas pasadas en sus años escolares frente a alguno de ellos.

El proyecto, de exitosa y dilatada trayectoria, fue producto de la feliz alianza de dos personajes peculiares —Frederic Rahola i Espona (1914-1992) y Jaume Vicens Vives (1910-1960)—, y entre otras diversas virtudes de esta iniciativa se cuenta la de haber contribuido a que el segundo de ellos pudiera disponer de los recursos necesarios para regresar a Barcelona y reincorporarse a la universidad, después de haber sido apartado de la docencia por las autoridades franquistas.

Militante de Esquerra Republicana de Catalunya y empleado en el Departament de Finances de la Generalitat de Catalunya, el abogado Frederic Rahola se había exiliado como consecuencia del resultado de la guerra civil española de 1936-1939, y en Francia, además de estudiar economía política, participó muy activamente en la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE). Sin embargo, en 1942 regresó a Barcelona y retomó su labor como abogado, al tiempo que se asociaba con su cuñado, Jaume Vicens Vives, para crear la editorial Teide.

1947

Por su parte, Vicens Vives había destacado muy pronto como un brillantísimo estudiante en la Universitat de Barcelona, donde había sido compañero de promoción de Pere Grases y Santiago Sobrequés, y en cuanto se licenció empezó a trabajar en la por entonces recién creada Universitat Autònoma de Barcelona. Sin embargo, al inicio de la guerra fue movilizado como sanitario y al término de la misma a punto estuvo de emprender el camino del exilio acompañando a Rahola, pero a principios de 1940 sobrevivía impartiendo clases particulares y haciendo colaboraciones en la revista Destino y en la editorial Gallach.

Según escribió en su momento Jesús A. Martínez Martín en Historia de la edición en España, 1939-1975 (2015):

En 1950 fue fundada la editorial Teide, S.A., por el historiador Jaume Vicens Vives y Federico Rahola de Espona, con un capital de 1.500.000 pesetas, inicialmente para coeditar en castellano e italiano obras del Instituto Geográfico De Agostini (Novara, Italia), obras pedagógicas de la Abadía de Averbode en Bélgica y libros de textos. El capital se había duplicado en 1969.

1952

Sin embargo, tal síntesis es cuanto menos ambigua, pues no solo no da razón de la existencia de libros de Teide ya en los años cuarenta, sino que además no tiene en cuenta las muy útiles páginas que en este sentido había dejado escritas Manuel Llanas una década antes (concretamente, en el año 2006).

Las primeras incursiones en la edición de los dos socios catalanes se centraron, ya desde 1942, en material cartográfico, atlas, y manuales escolares de geografía e historia, ámbito en el que llevaba la voz cantante Vicens Vives, mientras que Rahola se centraba sobre todo en la gestión. Es destacable también la colaboración, inicialmente externa, de quien luego sería también otro editor barcelonés importante, Enric Borràs Cubells, que a principios de los cincuenta pasó a formar parte de la plantilla de Teide (y acabaría casándose con la secretaria de Rahola).

Mediada la década de los cuarenta se hace más frecuente la edición de libros de historia, en diversas ocasiones escritos por los mencionados compañeros universitarios de Vicens Vives, y en 1951 nace en el seno de la editorial la importante revista Índice Histórico Español, considerada la principal recopilación de fuentes historiográficas española de la época preinformática.

1953.

Es posible que la creación de la sociedad anónima, que es lo que parece registrar Martínez Martín tomando como fuente los libros de registro del Archivo del Instituto Nacional del Libro (INLE), se produjera en 1950, pero por esas mismas fechas Teide disponía ya de un catálogo bastante voluminoso y estaba poniendo en circulación la Duran y Bas, en honor del jurisconsulto y político que siendo ministro de Justicia dimitió como consecuencia del célebre Tancament de Caixes de 1899 (Manuel Duran i Bas, 1823-1907), una colección centrada en estudios económicos, y la colección de temas históricos Raimundo Lulio, además de las mencionadas colaboraciones con De Agostini y Aberbode. Y también de aquellos años son los muy recordados libros de Cosmos, sobre ciencias de la naturaleza para uso escolar.

Otro hito importante, mediada ya la década de los cincuenta, fue la publicación de los primeros títulos en catalán, y en particular la muy conocida colección Biografies Catalanes (así rebautizada al prohibirles la censura franquista emplear el nombre Història de Catalunya) y la también muy divulgada Gramàtica catalana de Pompeu Fabra (1868-1948), aparecida póstumamente por razones evidentes.

La muerte en 1960 de Vicens Vives y las desavenencias entre Rahola y su hermana desembocaron en la división del fondo y en la creación de la también muy conocida editorial Vicens Vives, que originalmente dirigieron la muy longeva Roser Rahola (1915-2020) y su hijo Pere Vicens Rahola, pero nada parece indicar que Teide perdiera por ello fuelle, y en esa misma década inicia un amplio despliegue expansivo por los mercados americanos (México, Colombia, Chile..).

Ya en los setenta se produce una decidida entrada de Teide en el campo de los libros de historia y biografía en el ámbito universitario, centrándose en particular en temas de historia catalana en tiempos de la Segunda Repúbica, con la colección Capdavanters.

Aun así, de la labor de Rahola merece la pena destacar también su iniciativa de asociar a los diversos y hasta entonces dispersos editores de libros de texto, un proyecto que cuajó en 1957 con el nacimiento del Grupo de Editores de Libros de Enseñanza, y su intervención comprando en 1970 las acciones de Edicions 62 en el macroproyecto de la Gran Enciclopèdia Catalana, lo que permitió que este pudiera seguir adelante más allá del tercer volumen. Tampoco es desdeñable su etapa como presidente del Gremi d’Editors de Catalunya, entre 1971 y 1975, hasta que en 1976 el que luego sería president de la Generalitat Josep Tarradellas (1899-1988) lo nombra su representante en el interior y, ya como presidente, en conseller de Governació de la Generalitat Provisional. Poco duró en ese cargo, pero al asumir el de Síndic de Greuges (defensor del pueblo), abandonó definitivamente las labores al frente de Teide, que delegó en sus hijos Frederic i Cristian.

Fuentes:

Enric Borràs, «J. Vicens Vives: col·laborador de Franco i mentor de la classe política filocolonial a Catalunya», Bloc d’Enric Borràs, noviembre 2010.

Manuel Llanas, con la colaboración de Montse Ayats, L’edició a Catalunya: el segle XX (1939-1975), Barcelona, Gremi d’Editors de Catalunya, 2006.

Jesús A. Martínez Martín, «El capitalismo de edición moderno. Las empresas editoriales: negocios, política y cultura. Los años sesenta», en Jesús A. Martínez Martín, dir., Historia de la edición en España 1939-1975, Madrid, Marcial Pons (Historia), 2015, pp. 273-328.

Joan Plana, «Germans Rahola, una vida dedicada a la lluita», El blog de’n Plana, 16 de març de 2012.

Enric Borràs i Cubells y la edición independentista catalana en los ochenta

En el volumen con que cierra su monumental historia de la edición en Catalunya, Manuel Llanas establece ciertos paralelismos entre el origen y la orientación de iniciativas como Edicions de l´Arc de Berà y Edicions Mediterrània o, posteriormente, La Magrana y las de la editorial El Llamp, de la que cita el siguiente propósito procedente de un catálogo de 1989: «[Publicaremos] obras en muchos casos comprometidas, siempre con el pensamiento puesto en Cataluña, génesis y objetivo de nuestra tarea editorial». Sin embargo, también indica Llanas que, de todas las que menciona, El Llamp fue la que a lo largo de su trayectoria más fiel se mantuvo a estos principios ideológicos fundacionales.

Aunque el nombre remite a una histórica y combativa revista publicada entre 1921 y 1934, El Llamp empieza a gestarse durante el verano de 1980, y, salvo en los trámites iniciales para constituirse, nunca pagó tasas ni impuestos directos a la agencia tributaria ni a la seguridad social españolas, lo que ya es sobradamente indicativo de esta fidelidad al compromiso declarado. Un tiempo después, el 22 de febrero de 1982, está fechado en los obradores de Gràfiques Diamant el primer libro de El Llamp, Manual d’orientació, de Ferran Pàmies.

La iniciativa había surgido de Enric Borràs i Cubells (1920-1985) y de su hijo Enric Borràs Calvo. El primero tenía ya por entonces una larga experiencia en el mundo editorial, que había iniciado al poco de salir de prisión, pues como consecuencia de su compromiso político pasó en la cárcel Modelo los años que van de febrero de 1946 a mayo de 1950. Después de una temporada haciendo colaboraciones externas como corrector y redactor, en 1952 Borràs i Cubells entró en la editorial Teide, donde con el tiempo se convirtió en mano derecha del célebre historiador y editor Jaume Vicens Vives (1910-1960), además de en prolífico traductor. Y coincidiendo con el arranque de El Llamp empezaba a aparecer además una de las iniciativas importantes en las que se comprometió, la colección en catalán de Joan Grijalbo (1911-2002) Plec de Setze, que puso a disposición de los lectores catalanes a algunos nombres importantes de la literatura universal contemporánea gracias a la labor de escritores y traductores tan destacados como Xavier Benguerel, Avel·lí Artís-Gener, Quim Monzó o Francesc Parcerisas.

A los dos años del arranque de El Llamp aparecía además una revista homónima, inicialmente dirigida por el escritor e intelectual Joan Crexells (18961-1926), que avanzaba en paralelo y con los mismos objetivos y planteamientos que la editorial.

A lo largo de sus trece años de existencia la editorial El Llamp publicó alrededor de trescientos títulos encuadrados en diversas colecciones entre las que destaca por su extensión L’Aplec, dedicada a libros periodísticos, memorias, ensayos históricos y textos de narrativa obra de autores catalanes como Josep Espunyes, Joan Barceló o Maria Mercè Marçal, y sobre todo La Rella, centrada en textos más reflexivos y memorialísticos de tipo político e ideológico.

Es muy recordada también como pionera de la novela erótica en catalán gracias a la colección La Cuca al Cau, donde abundan los textos firmados con seudónimo y de atribución dudosa, como es el caso de Els quaderns d’en Marc (que a menudo se supuso obra del prolífico Manuel de Pedrolo [1918-1990]) e Historieta Gràfica, donde se abordaba la historia y la actualidad política en forma de cómic en una iniciativa que hoy puede considerarse pionera. Y a ellas deberían añadirse aún otras de título tan inequívoco como Antropología, La Franja, Sociolingüística o Comunicació.

Entre sus mayores éxitos, a veces polémicos, se cuentan, por ejemplo, varias obras del propio Crexells, como Si és boig, que el tanquin! Poesia popular anónima, 1977-1982 (1983), antología en cuya preparación contó con la colaboración del poeta y editor Pere Quart (Joan Oliver [1899-1986]), Origen de la bandera independentista (1984), El monument a Rafael Casanova (1985) o Premsa catalana clandestina i d’exili, 1917-1938 (1986), así como textos tan importantes o que han dejado una huella profunda en el pensamiento independentista como es el caso de Anarquisme i alliberament nacional (1987), obra de un colectivo encabezado por Ricard de Vargas Golarons (excompañero de Salvador Puig Antich en el Moviment Ibèric d’Alliberament y posteriormente militante de Olla [Organització de la Lluita Armada]), en el que figuraban entre otros Joan A. Montesinos, Joan Casares y Enric Cabra, y que, prologado, ampliado y actualizado, por su pertinencia y vigencia fue rescatado por Virus Editorial en 2007.

Fenecida la revista, que tenía una tirada de unos dos mil ejemplares (la mitad destinada a suscriptores), dos años después le siguió el cierre de la editorial (que previamente se había convertido en sociedad anónima), debido al parecer al cierre de la distribuidora y a la dificultad por aquel entonces para obtener créditos bancarios. Aun así, en cierto modo la revista ha tenido una segunda vida, dispersa, en internet.

Si sin duda puede considerarse El Llamp como una de las editoriales más insignes entre todas las independentistas surgidas en el siglo XX en Cataluña, tampoco parece muy discutible que fue la más radicalmente independiente de las últimas décadas del siglo.

Fuentes:

Enric Borràs, «El Llamp: doble aniversari», El Llamp, 22 de febrero de 2012.

Ferran Dalmau «30 anys de la fundació d’El Llamp», Llibertat.cat, 26 de enero de 2012.

Manuel Llanas, Historia de l’edició a Catalunya. El segle XX (els darrers trenta anys). 1975-2007, Barcelona, Gremi d´Editors de Catalunya, 2007.

Roger Palà, «La nissaga Borràs. De l’editorial independentista el Llamp al fotoperiodisme contra la extrema dreta», La nevera, 13 d’octubre de 2016.