«[Alfred] Monrós es bien conocido y no necesita presentación», escribió a principios de la década de 1960 Ramon J. Sender (1901-1982) en uno de sus textos menos conocidos. Sin embargo, es evidente que hoy, al contrario, toda presentación se queda necesariamente corta; incluso la fecha de su nacimiento es dudosa. Se ha ofrecido a menudo como la más fiable el 12 de abril de 1910, aunque también hay quien la retrotrae a 1900, si bien en ambos casos en Barcelona.

De los años previos a la guerra civil, poco o nada parece saberse de su formación como dibujante, más allá de que, según contó a Pierre Saucier, esta se inició cuando contaba veinticuatro años. Santi Barjau reproduce en su blog un cartel creado durante la guerra que lleva la firma A. Monrós: se trata de un cartel (traduzco) de «Ajut Català, una sectorial de mujeres de Esquerra Republicana de Catalunya encargada de acoger en la retaguardia a la población más afectada por la acción de los ejércitos franquistas» y sugiere como fecha probable 1937. Sin embargo, aunque es indudable que existieron, tampoco parecen haberse conservado otras obras de esa misma época de Monrós, o cuanto menos no se le han atribuido correctamente.
Se menciona también en las breves biografías accesibles que participó en la Exposició de Dibuix i Gravat organizada por la Junta d’Exposicions d’Art de Catalunya en la Sala de Exposiciones del Casal de la Cultura de Barcelona y celebrada entre el 10 y el 26 de noviembre de 1938, cuando ‒si nació efectivamente en 1910‒ Monrós tendría unos veintiocho años. En este certamen, un jurado formado por Josep Dunyac, Francesc Domingo, Emili Bosch i Roger, Enric Ricart y Sebastià Gasch otorgó el Premi Tomàs Padró a Joan Junyer (1904-1994), el Premi Marià Fortuny a Xavier Nogués (1873-1941), el Premi Planas i Dòria a Josep Granyer (1899-1983) en la categoría de dibujo y a Josep Narro (1902-1904) en la de grabado y dos premios de la Junta a Joan Commeleran (1902-1992) y Enric Cluselles (1914-2014), el más joven de los galardonados.
Finalizada la guerra, Monrós pasó la mayor parte de su vida en la zona francófona del Canadá adonde, después de haber pasado un tiempo (difícil de precisar) en París y Toulouse, llegó hacia 1952. En Montreal se integró en la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y la Solidaridad Internacional Antifascista, y compaginó su trabajo como profesor de artes plásticas con la ilustración de panfletos, folletos y publicaciones periódicas anarquistas, al margen de exponer su obra en salas canadienses (hizo retratos de Pablo Picasso y Pau Casals, entre otros).
En 1963 se publica el libro en el que Monrós cuenta con la colaboración de Ramón J. Sender como prologuista, Reflejos de España, editado en Montreal por la Federación local de la CNT-AIT y que consta de doce láminas sueltas en carpeta, precedidas del breve texto senderiano en español, francés e inglés (también las breves descripciones de las obras aparecen en versión trilingüe).
El tema, como puede suponerse fácilmente por el título, son los desastres de la guerra y sus secuelas, la persistencia de la represión política en España, y sobre los dibujos que lo componen ha escrito Inés Escudero Gruber, acaso quien más y mejor las analizado:
se declaran realistas y se acentúan con ciertas tildes expresionistas visibles en los rasgos alargados y oscuros que se complementan con contadas metáforas y alegorías. El artista dio prioridad a la línea sobre el color trabajando a partir de figuras bien definidas en su contorno, que obtienen volumen y detalles gracias al sombreado al carboncillo. En algunos casos, sin embargo, quiso jugar con los contrastes de luces y sombras y renunciar al sombreado, como si algunas de las figuras estuvieran inacabadas
El histórico activista José María Carreras, quien, perteneciendo a la Sociedad de Peluqueros de Sant Martí, había participado en el primer congreso de Solidaridad Nacional (septiembre de 1908), dedicó a esta carpeta un breve pero elogioso artículo en Espoir (núm. 129, 21 junio de 1964), pero poco rastro más parece haber dejado esta publicación de Monrós-Sender, de la que en ninguna parte se indica ni la tirada (que es de suponer que fuera corta) ni tampoco el año de publicación.
Tanto Carreras como Sender sitúan la obra de Monrós en la tradición goyesca de Los desastres de la guerra, y en buena medida el segundo, si bien destaca algunos de los dibujos como los que más le han impresionado, parece seguir bastante de cerca las parcas apreciaciones y reflexiones del escritor aragonés (por entonces exiliado en Estados Unidos).
Por su parte, Monrós firmó también las tres ilustraciones que acompañaron la publicación en 1967 de Patìu nella giungla del Satarì, de Bruno Valvesia, aparecida en Novara (Italia), así como, ya en la década de 1970, ilustraciones para algunas de las publicaciones periódicas anarquistas del exilio más importantes de Europa (como Cénit, por ejemplo).
También de esa década, de 1976 concretamente, es la publicación del poemario elegíaco del también exiliado en Canadá Federico Arcos Martínez (1920-2015) Momentos. Compendio poético, en el que se ha percibido la influencia de la poesía romántica española, así como la de Machado y León Felipe. La primera edición apareció en Detroit (Michigan) a cargo del grupo Black Red, en cuyo periódico afín Fifth Estate Arcos colaboró a menudo. La impresión la llevó a cabo la cooperativa Detroit Printing Co-Op creada por los anarquistas de origen checoslovaco Fredy Perlman y Danielle Aubert con una offset Harris de más de medio siglo de veteranía. La misma editorial lo reimprimió en 2004.
No consta que antes de su muerte, en septiembre de 1995, Alfred Monrós publicara más dibujos, aunque están por ver algunos libritos de poesía infantil firmados por Adrienne Messier (Battement d’ailes, Premières envolées y La magie des choses) y publicados por la pequeña editorial Beauchemin en los primeros años sesenta.
Fuentes:
Anónimo, con fotografías de J. J. Sénecal, «L’exposition d’octobre révélera Alfred Monros», La Patrie (Montreal) 30 de septiembre de 1956, pp. 97 y 117.
José María Carreras, «Arte y antifranquismo», Espoir, 21 de junio de 1964, p. 5.
Diari Oficial de la Generaliat de Catalunya, 20 de noviembre de 1938, pp. 684-685.
Inés Escudero Gruber, «La guerra perenne. Persistencias de un conflicto en imágenes», en Alberto Castán Chocarro, Concha Lombra Serrano y María Pilar Poblador, coords., El tiempo y el arte. Reflexiones sobre el gusto, IV, Diputación Provincial de Zaragoza- Institución Fernando el Católico, 2018, pp. 433-444.
Estel Negre, «Alfred Monrós Julià (1910-1995)».
«Recordando a Federico Arcos», texto basado en el discurso que David Watson pronunció en el homenaje a Federico Arcos en el Cass Cafe de Detroit el 19 de julio de 2015, traducido por Antonia Ruiz Cabezas, en el blog de la Fundación Anselmo Lorenzo.
Pierre Saucier, «Alfred Monros, compatriote de Clavé et Picasso a transporté broses et chévalet a Montreal. Entrevue a un classique de notre temps», La Patrie (Montreal) 22 de agosto de 1954, pp. 80-81 y 90.
