Del arquitecto modernista Juli Batllevell i Arús (1864-1929), discípulo de Lluís Domènch i Montaner (1849-1923) y ayudante de Antoni Gaudí (1852-1926) en la Casa Calvet, por ejemplo, es sobre todo conocida la parte de edificios barceloneses, como la Casa Teodor Prat (1899), la Casa Martí Trías i Domènech del Parc Güell (1903) o la Casa Antònia Burés (1906), pese a que ya antes de obtener en 1895 la plaza de arquitecto municipal de Sabadell había dejado numerosos e importantes edificios en su ciudad natal: la Escola Enric Casassas, les Voltes de l’Oliver (actualmente Casal Pere Quart), la fachada posterior del Ayuntamiento, el Hotel Suizo, la Casa Prats, el Café y el Teatre Euterpe, etc., así como un edificio hoy ya desaparecido en lo que era la confluencia de la Rambla con la calle Lacy que originalmente se destinó a almacén de Vinos Oliver, que era una de las muchas iniciativas empresariales del padre del luego famoso escritor Joan Oliver (Pere Quart), Antoni Oliver Turull.
Este peculiar almacén se arrendó a uno de los impesores más innovadores y famosos de finales del siglo XIX, Joan Comas Faura, cosa que hizo que el edificio se conociera como Imprenta Joan Comas Faura hasta que al término de la guerra civil el edificio fue derribado (al mismo tiempo que el edificio contiguo, el Centre Català de Sabadell, también obra de Batllevell).
Barcelonés nacido en 1861, Joan Comas Faura se trasladó a Sabadell en 1883 para incorporarse a la Imprenta de Joan Baqués i Fills, pero muy poco tiempo después montaba una imprenta y litografía propia en la calle Campmany e incorporó a su hermano e impresor Josep, que también se instaló en la capital vallesana.
Uno de los primeros trabajos de Comas fue la pionera pero efímera Revista de Sabadell (29 de marzo a 2 de abril de 1885) y se convirtió desde el principio en el impresor de referencia del dramaturgo de Reus establecido en Sabadell Josep Got Anguera (1861-1908), de quien imprimió obras como Enredos (estrenada en el Teatre Parreño en octubre de 1886), el monólogo Cosas del dia (1887), el drama en verso en tres actos Muralla de Ferro (estrenada en el barcelonés Teatre Novetats en 1888) y el drama entres actos en prosa La bogeria (1895).
Pero ya antes, desde mayo de 1883, Comas Faura se hizo cargo de la impresión de la publicación anticlerical del Cercle Cooperatiu Recreatiu de Sabadell Los desheredados. Órgano de todos los que aman la verdad y el bien, que hasta entonces se imprimía en los talleres del mencionado Joan Baqués y que en septiembre de ese mismo año 1883 cambiaría el subtítulo a «Periódico Defensor de la Federación Española de Trabajadores» y en noviembre de 1884 a «Periódico Anárquico Colectivista». Era su director en aquellos años, y uno de sus más activos escritores con diversos seudónimos, el ceramista Marian Burgués i Serra (1851-1932), que en 1876 había regresado de su exilio para instalarse definitivamente en Sabadell. Una de las peculiaridades de Los Deheredados entre las publicaciones periódicas de su tiempo fue la inclusión de obra poética, acerca de la que escribe Àlex Claramunt Soto, «Este tipo de textos fortalecían la relación entre el medio y los lectores, al que se instaba a contribuir a la elaboración de los contenidos; otorgaban mayor variedad a la maquetación y, en resumen, hacían el semanario más atractivo».
Según Antonio Santamaría, «entre 1884 i 1900 [Joan Comas] fue el impresor local de mayor producción a quien se atribuye la introducción de la impresión de relieve en acero y la litografía ófest», y buena prueba del crecimiento imparable de la empresa es que a la altura de 1902 llegaría a tener registrados setenta obreros (si bien en 1913 se habían reducido a 54).
Estrechamente vinculado a la Agrupación de Propaganda Socialista, a partir de 1886 Joan Comas se convierte en el impresor de una colección de folletos de entre doce y sesenta y cuatro páginas (y un formato de 17 x 12) de esta organización, que se abre con uno de los primeros textos de Anselmo Lorenzo (1841-1914), ¿Acracia o república? (1886), y entre los que figuran obras de Cels Gomis Mestre (1841-1915), Élisée Reclus (1830-1905), Juan Serrano y Oteyza (1837-1886) y una edición anónima del Entre campesinos de Errico Malatesta (1853-1932) traducida por E. Álvarez.
Sin embargo, eso no obsta para que también en 1886 empiece a ocuparse de la impresión del Boletín de la Academia Calasancia de las Escuelas Pías de Sabadell.
De 1887 son dos folletos de la sucursal en Sabadell del Centre Català del republicano federalista Valentí Almirall (1841-1904): el libro de 98 páginas Festa inaugural del Centre Català de Sabadell (que se celebró los días 26 y 27 de marzo), firmado por el entonces muy joven activista Antoni de Paula Capmany i Borri (1858-1912), y el Manifest. Documents complementaris, de cuarenta páginas y aparecido en septiembre de ese año y que puede considerarse el número cero de una nueva publicación.
A partir del 4 de septiembre de 1887 Comas empieza a encargarse de la que será una las publicaciones más importantes de Sabadell en ese período, Lo Catalanista, subtitulada «Semanario defensor de los intereses morales y materiales de Catalunya» y dirigida por el mencionado Capmany. Ya en el primer número aparece un muy informativo anuncio publicitario en el que aún se indica como dirección Capmany 18 (talleres) con una sucursal en la Rambla 70, y se presenta como Tallers de Imprenta, Litografia, Encuadernacions, lo que le permite prometer una entrega a las 48 horas de recibido el encargo. Se ofrecen además todo tipo de materiales de papelería, impresos destinados al comercio (facturas, papel pautado, talonarios, cajas archivadoras…). En 1890 publicaría un volumen de 172 páginas con el título Aplech de poesías publicadas en Lo Catalanista.
También aparece su imprenta como encargada a partir de 1889 de muchas publicaciones del grupo anarquista barcelonés El Productor (muy relacionado a su vez con la mencionada Agrupación y también con el Grupo Benevento), sobre todo de títulos de la Biblioteca del Productor, y ya en octubre de 1892 de la publicación anarcocomunista más importante de Sabadell, Ravachol. Periódico anarquista, que era de suscripción voluntaria y que según declara la cabecera «Este periódico aparecerá cuando pueda», decisión muy oportuna porque apenas pudo publicar dos números antes de ser clausurado y sustituido en enero del año siguiente por El Eco de Ravachol. Iniciado como folletín de los números de Ravachol, en 1892 aparece en volumen el relato anónimo Primero de mayo. Sueño de un burgués, incluido en la Biblioteca del Proletariado.
Y eso no quita para que en 1890 le imprima a Juan Fábregas Sala su Sermón sobre la influencia de la Música Cristiana en la santificación de las almas.
En 1902 se convierte en el pionero de la impresión en tricomía, para un cartel de la Festa Major de Sabadell, y dos años después se traslada al edificio de Batllevell, donde una de las primeras cosas que hace es instalar un motor de gas Dudbridge de siete caballos, lo que le convierte en uno de los primeros impresores —si no el primero— en mecanizar su actividad. La pasión por el motor tendría continuidad en cuanto abandonó el negocio —al parecer, en 1913 y como consecuencia de una huelga de cinco días en la imprenta—, pues fue el creador también del primer autobús urbano de Sabadell.
Quizá el momento culminante de la carrera de Joan Comas Faure fue la obtención de una medalla de bronce en la Exposición Internacional de las Artes Gráficas y de la Industria del Libro de Leipzig de 1914 por cuatro tricomías, catálogos y libros. Sin embargo, no es mérito menor haber sido cantera de una pléyade de profesionales de las artes gráficas que protagonizarían un momento álgido de la edición en Sabadell.
Con él se formó por ejemplo el pintor y dibujante sordomudo Ricard Marcet i Picard (1890-1939), autor de los cuadernos de referencia en la enseñanza del dibujo (para la Editorial Muntanyola) y que en Comas se dedicó sobre todo al dibujo litográfico. El impresor barcelonés Pere Tugas i Marca, llegó a Sabadell en 1885 y hasta 1892 trabajó en Comas, para luego asociarse con Magí Ribera y en 1894 se estableció por su cuenta (fue también impresor de Lo Catalanista). Los sabadellenses Marià Martí Verdejo (1904-1976) y Pere Castañé Buxó (1906-1985) fueron ambos aprendices en Comas, el primero para ser luego cajista en Pere Montaner, impresor en Hostench y finalmente socio en Fábregas y Martí, y el segundo antes de convertirse en oficial en la otra gran imprenta de la ciudad, la de Joan Sallent, hasta que se convirtió en socio de Linograf. A ellos pueden añadirse Josep Elias Olivé (1893-1973), Antoni Jané Basuldo (1891), que luego fundaría la Noográfica, Marcel·lí Obradors y, sobre todo, el ya mencionado gran referente de la impresión en Sabadell en el siglo xx, Joan Sallent Prat (1879-1936).
Fuentes:
Àlex Claramunt Soto, La prensa anarquista catalana (1881-1910). De la fundación de la FTRE a la fundación de la CNT, tesis, Universitat Autònoma de Barcelona, 2019.
Josep M. Benaul Berenguer, «Autors, editors i impressors a Sabadell, 1850-1975. Nota histórica», en AA.VV., Sabadell, lletra impresa: de la vila a la fi de la ciutat industrial. Catàleg de la Col·lecció Esteve Renom–Montserrat Llonch, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2012.
Fran Fernández, «Ravachol, El Eco de Ravachol y lo que Josep Llunas logró unir (1892-1893)», Ser Histórico, 7 de agosto de 2021.
Francisco Madrid Santos, La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la Guerra Civil, tesis doctoral Dept Història Cont, Facu Geo i Hist, UB, 1989.
Antonio Santamaria, «Els orígens de la prensa periódica», iSabadell, 1 de abril de 2018.
Pingback: La Biblioteca Sabadellenca | negritasycursivas
Pingback: Los inicios de un excelso decorador de libros, Ricard Marlet | negritasycursivas
Pingback: La imprenta de Joan Sallent hasta 1936 | negritasycursivas