Fútbol, libros y propaganda nazi en España

Si por algún motivo ha pasado a la historia el seudónimo Juan Deportista es por habérsele atribuido la creación del epíteto «furia española» para referirse a la selección nacional española de fútbol. Sin embargo, quizá más interesantes fueron sus vinculaciones a proyectos editoriales nazis.

Juan Deportista, con Spectator, fue uno de los seudónimos más conocidos del periodista deportivo Juan Alberto Martín Fernández (1898-1961), quien empezó a despuntar escribiendo sobre fútbol en Los Deportes, de Bilbao desde 1916, y ya en 1923 dirigía la revista Aire Libre, una cabecera del grupo Prensa Gráfica (Nuevo Mundo, Mundo Gráfico, La esfera, La Novela Semanal, Elegancias…), que se publicó entre 1923 y 1925. En esa década Martín Fernández colabora en Gran Vida, La Jornada Deportiva, Campeón, El Día, España Sportiva, Nuevo Mundo, La Opinión, La Moda Elegante y La Nación, pero alcanza mayor fama cuando en 1927 se incorpora a la sección de deportes del periódico Abc.

Su exitoso libro La furia española. De las Olimpiadas de Amberes a las de París es un poco anterior, de 1925, y lo publicó como Juan Deportista en Renacimiento. Al finalizar la década, estando ya en Abc, aprovechó que el término había triunfado para publicar La vieja furia. Una brillante temporada de futbol internacional (1929), en este caso en una empresa muy vinculada al Real Madrid en la que vale la pena detenerse, Chulilla y Ángel.

El futbolista del Gimnástica, el Iberia y luego, entre 1905 y 1913, el Madrid F. C. Julio Chulilla y Gazol (1887-1960), uno de los fundadores del Real Madrid, se había iniciado como empresario con la creación de la Tipografía Hispana (en c/ Pelayo, 46), conocida en ciertos círculos por ocuparse desde 1919 de la revista Madrid Sport (1916-1924), después de haber pasado ésta de imprimirse en el Establecimiento Tipográfico de Manuel García y Galo Sáez a hacerlo en la Tipografía Giralda. En 1921 Chulilla unió sus fuerzas con otro histórico socio del Real Madrid, Felipe Ángel Rodríguez, y trasladaron sus talleres al número 17 de la calle Torrecilla del Leal, y también por aquel entonces figuran como director-gerente y administrador de la revista, respectivamente, Chulilla y Ángel.

En otros círculos, sin embargo, Chulilla y Ángel, convertida en poco menos que la imprenta oficial del Real Madrid, quizá sea más recordada por haber impreso en 1931 la primera edición de Fermín Galán: romance de ciego en tres actos, diez episodios y un epílogo (1931), de Rafael Alberti (1902-1999), algunos libros en o relacionados con el esperanto (¿Qué es el esperanto?, El esperanto, lazo de fraternidad universal, Solución al problema de la relación entre los pueblos y Helepanta, de Julio Mangada Rösenon; Mia poezio, de Rafael de San Millán Alonso, Universala Termilogio de la Arkitekturo, de Francisco Azorín Izquierdo…) y, desde 1936, haberse ocupado de imprimir la propaganda y los carteles del partido Izquierda Republicana.

Mientras, el periodista Martín Fernández había hecho famoso también en la prensa el seudónimo Spectator, con el que en 1932 figura sorpresivamente como compilador de la Correspondencia secreta entre [Bernhard Fürts von] Bullow y Guillermo III, traducida por José Campo Moreno (traductor también de Cellini, Stendhal, Romain Rolland y Maeterlinck) y publicada por la editorial Aguilar. Y seguía en Abc, cuya sección de deportes llegaría a dirigir.

Durante la guerra civil española (1936-1939) el nombre de Spectator (en algunas ocasiones españolizado a Espectador) cobró notoriedad como reportero de guerra, además de en Abc, en el periódico falangista zaragozano Imperio y en el «Diario Nacional-sindicalista» Águilas (cubrió el frente de Madrid, la batalla de Teruel y la ocupación de Barcelona), pero tuvo también tiempo de colaborar como Juan Deportista en la esmerada revista falangista Vértice que dirigía Manuel Halcón en San Sebastián, en el diario deportivo del Movimiento, Marca (creado también en San Sebastián y dirigido por Manuel Fernández-Cuesta) y de publicar en la histórica y ya por entonces muy ultraderechista Casa Santarén de Valladolid un libro tremendamente anticomunista firmado como Juan Deportista que, sin que quede muy claro el motivo, se publicó con dos títulos: Los rojos (1938) y Los rojillos (1938);   

La amistad de preguerra quizás explique que Spectator aparezca como prologuista de las memorias de quien fuera uno de los puntales de la creación del Real Madrid, Heliodoro Ruiz Arias, que en 1939 publicó en la capital española Treinta y dos meses y once días con los rojos bajo el muy misterioso sello de Creaciones Elerre (que no parece que publicara nada más), así como la segunda edición de la novela de Enrique Noguera La mascarada trágica, aparecida en Zaragoza en Gráficas Uriarte (conocidas por haber impreso para la falangista Editorial Jerarquía el Poema de la Bestia y el Ángel de Pemán con láminas de Carlos Sáez de Tejada).

Y todos estos antecedentes hacen menos sorprendente que el muy versátil Martín Fernández colaborara en la posguerra con una editorial al servicio de la propaganda nazi. Ya en 1939 se publica con sello de Rudolf Kadner, librero residente en Ávila y activo asesor de la embajada nazi, Lo que nos enseña la campaña de Polonia. Parte oficial de guerra, con prólogo de Spectator, al que seguirá poco después ¡¡¡Paracaidistas!!! (¿1940?), que, citando pasajes del prólogo, Marco da Costa describe como «un breve folleto laudatorio de los paracaidistas del Tercer Reich durante las campañas en Polonia (“un ensayo magnífico”), Noruega (“desempeñando misiones esenciales”) Holanda y Bélgica, “donde la acción se mostró más activa (…), más resuelta y más feliz en resultados fructíferos”». Lo publicó una editorial que tiene miga, Blass, a la que Antonio César Moreno Cantano y Mercedes Peñalba Sotorrío dedicaron un detallado y jugoso estudio.

En el origen de Blass se encuentra el tipógrafo alemán establecido en 1899 en Madrid al ser contratado por Abc Joseph Blass Mayer (1873-1957). Cuatro años después de su llegada, en 1903, Blass Mayer abandonó el periódico para crear su propia empresa, que fue escenario de hasta tres huelgas entre 1909 y 1931 y él mismo fue incluso objeto de un intento de asesinato, debidos al parecer a los bajos salarios y a los despidos masivos. Al término de la guerra ‒durante la que dos de sus hijos estuvieron presos por quintacolumnistas hasta que fueron canjeados por intercesión de la diplomacia alemana‒, se convirtió en el principal editor de la propaganda nazi de la embajada, a veces poniendo su sello a lo que le encargaba el Deutsche Informationsstelle.

También de 1940 son La guerra en Polonia. Resumen de las operaciones alemanas en territorio polaco, un folleto de 32 páginas publicado con el sello de Chulilla y Ángel, y el virulento Alas germanas sobre Europa, si bien la censura ‒¡la censura franquista!‒ retuvo su circulación, acaso por razones diplomáticas, hasta 1941. Con ellos Martín Fernández se mostraba como una de las plumas más útiles para la propaganda nazi en España durante la segunda guerra mundial.

Es bien conocido el caso, por ejemplo, del propagandista nazi alemán Julius Streicher (de Der Stürmer), al que en los juicios de Núremberg el Tribunal Internacional condenó a muerte y fue ejecutado en octubre de 1946. A Martín Fernández, en cambio, estas actividades le granjearon el favor de un Estado que, al no haber sido liberado de un régimen dictatorial por los Aliados, en este terreno tomaba sus propias iniciativas.

Al margen de en la prensa, en 1947 el nombre de Juan Deportista reaparece como traductor de las memorias del árbitro de fútbol John Langenus, Silbando por el mundo o Recuerdos e impresiones de viajes, publicado en Madrid por Ediciones Verdad, y unos años más tarde como autor de La verdad sobre Río (diario de un testigo), en el que recrea, con profusión de ilustraciones fotográficas, el Mundial de Fútbol de 1950 ‒el que ganó el Uruguay de Varela (El Negro Jefe), Máspoli, Rodríguez Andrade, Ghiggia y Pepe Schiaffino‒ que va precedido por un prólogo de Manuel Valdés Larrañaga, quien por entonces era nada menos que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Alberto Martín Fernández.

En los años cincuenta Martín Fernández pasó del Abc a Madrid, periódico fundado por el furibundo nazi y antisemita Juan Pujol Martínez (1883-1967), simultaneando este empleo con colaboraciones bastante regulares en el no menos institucionalizado Marca. No es de extrañar que, a diferencia de sus colegas alemanes, Martín Fernández acabara como jefe de Prensa y Propaganda de la Delegación Nacional de Deportes de Falange Española y de las J.O.N.S. Murió en 1961.

Fuentes:

AA. VV., Frente y retaguardia. Visiones de la guerra civil (1936-1939, Universidad de Castilla- La Mancha, 2006.

Isabel Bernal Martínez, «Libros, bibliotecas y propaganda nazi en el primer franquismo: las exposiciones del libro alemán», Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea, núm. 7 (2007).

Isabel Bernal Martínez, «La Buchpropaganda nazi en el primer franquismo a través

de la política de donaciones bibliográficas (1938-1939)», Ayer, núm. 78 (2010), pp. 195-232.

Marco da Costa, «Dos caminos paralelos en el deporte y en la guerra: la trayectoria ideológica de los periodistas Jacinto Miquelarena y Alberto Martín Fernandez, Spectator»,  Brocar, núm. 42 (2018), pp. 237-261.

Josep M. Figueres Artigues, «Periodismo de guerra: las crónicas de la guerra civil española», Estudios sobre el Mensaje Periodístico, núm., 11 (2005), pp. 279-291.

Marició Janué Miret, «Relaciones culturales en el «Nuevo orden»: la Alemania nazi y la España de Franco», Hispania, LXXXV/251 (diciembre de 2015), pp. 805-832.

Antonio César Moreno Cantano y Mercedes Peñalba Sotorrío, «Tinta franquista al servicio de Hitler: la editorial Blass y la propaganda alemana (1939-1945)», RIHC. Revista Internacional de Historia de la Comunicación, núm. 12  (2019), pp. 344-369.

Marta Olivas, «Semblanza de la Casa Editorial Santarén (Valladolid, 1800-1961)», en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes – Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) – EDI-RED (2018).

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1 comentario en “Fútbol, libros y propaganda nazi en España

  1. Muy bueno, esto se lo mando a mis amigos que saben de historia y son del Madrid… Y rojillos… Igual se hacen del Rayo, aunque no creo

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