A Jesús del Campo (y a Jack Bosco).
Las muy prolíficas Ediciones Júcar son un claro ejemplo de la desproporción entre la importancia e influencia de algunas iniciativas editoriales y su presencia en las historias de la edición modernas. Como apunté en cierta ocasión, muy probablemente ello se deba en buena parte a la dificultad, si no imposibilidad, de acceder a la información necesaria, en contraste con lo que ocurre con otras empresas de las que, aun siendo menos importantes, disponemos de cuantiosa información. Tal vez en estos casos un modo de ponerse manos a la obra sea empezar por reconstruir algunas de sus colecciones más nutridas.
Al frente de Júcar se encontraba Silverio Cañada (1938-2002), que se había estrenado en el mundo del libro vendiendo de matute en la Universidad de Oviedo libros de pensamiento político prohibidos por la censura franquista, y con su esposa Tina Estébanez fundó luego en Gijón la Librería Universal, hasta que en 1967 creó la editorial Júcar, que además de contar con José Manuel Caballero Bonald (n. 1926) como director literario, tuvo entre sus colaboradores al periodista Juan Cueto (n. 1942), al escritor y prestigioso traductor literario Mariano Antolín Rato (n. 1943) como punto de anclaje en Madrid, al sociolingüista y poeta Xesús Alonso Montero (n. 1928) y al también poeta Ángel Pariente (Ángel Manuel Aragón Pariente, n. 1937), entre otros nombres destacados.
Probablemente, entre las colecciones más recordadas de Júcar se encuentra Poetas, conocida como “la colección amarilla”, dirigida por Manuel Aragón y construida a partir de monografías acompañadas de antologías representativas y de algunos pliegos de fotografías que estrenó con Rosalía de Castro (a cargo de Xesús Alonso Montero) y Jorge Luis Borges (Marcos Ricardo Barnatán) e incluyó a Bécquer (por Gabriel Celaya),Juan Ramón Jiménez (por Ángel González), Jorge Guillén (por Carlos Meneses y Silvia Carretero), José Hierro (Aurora de Albornoz), Gerard de Nerval (Ramón Gómez de la Serna), Leopardi (Antonio Colinas), Alfonso Costafreda (Jaime Ferran), así como antologías dedicadas a la poesía portuguesa contemporánea (al cuidado de Angel Crespo), la poesía culterana (Ángel Pariente) o la poesía surrealista (también a cargo de Pariente), entre otras muchas.
Desgajada o derivada de esta muy bien nutrida colección, con portadas firmadas por J. M. Domínguez a partir de un diseño de Jas Hayden, nació Los Poetas-Serie Mayor, dirigida también por Manuel Aragón y consistente en antologías de estudios críticos y de historia literaria centrados en escritores tan diversos como Antonio Machado (en edición de Francisco López), o bien en antologías de textos breves de diversos autores, como Rosa Chacel (La lectura es secreto, con estudio preliminar de Ana Rodríguez-Fischer) o Corpus Barga (Crónicas literarias, presentadas por Arturo Ramoneda Salas).
Un libro singular en Júcar, cuyo interés por la cultura y la literatura gallega de la etapa republicana es evidente, fue la edición a cargo de Xesús Alonso Montero del álbum de Castelao Nós (1974), cuya reproducción de los dibujos es realmente muy deficiente (al margen de que faltan dos ilustraciones con respecto al original publicado en 1931 e impreso en la madrileña Casa Hauset y Menet, de la que unos años después Akal hizo una edición facsimilar). La singularidad se la otorga el hecho de que las traducciones de los pies de las ilustraciones a las principales lenguas de España son obra de los dramaturgos Antonio Buero Vallejo (al castellano), Ricard Salvat (al catalán) y al poeta Gabriel Aresti (vascuence).
Otras colecciones muy recordadas son Etiqueta Negra, dedicada a la novela policíaca en español o traducida (Juan Madrid, Paco Ignacio Taibo II, Andreu Martín, J.P. Manchete, Donald Westlake…), su hermana dedicada a la ciencia ficción Etiqueta Futura (Orson Scott Card, Frederik Pohl, Phillip K. Dick), Los Juglares, destinada a la biografía de músicos, acompañada de una antología con las letras de sus principales temas (Jim Morrison, Bob Dylan, Jimi Hendrix Bob Marley, Boris Vian, Miguel Ríos, Aute o Serrat) o la tan heterogénea como heterodoxa La Vela Latina, dirigida por Caballero Bonald (y que incluyó a José Luis Cano, Paco Ignacio Taibo I, Jenaro Talens, Jacinto Benavente, Antonio Espina, León Felipe, Antonio Sánchez Albornoz, José Bergamín).
En sus memorias (o pseudomemorias), Caballero Bonald ha estacado que fue gracias al extraordinario éxito de la edición por fascículos de la Gran Enciclopedia Asturiana (1970), dirigida por el propio Cañada, Luciano Castañón y José Antonio Mases, y la Gran Enciclopedia Gallega Silverio Cañada (1974), dirigida por Perfecto Conde, Arturo Reguera López y Xosé Ramón Fandiño Veiga, que Júcar pudo ampliar su radio de acción, abrir oficinas en Madrid (a cuyo frente se pusieron Mariano Antolín y su esposa María Calonge), y a ese mismo empuje atribuye otra de las colecciones que él dirigió, la Crónica General de España, dedicada a textos políticos y que curiosamente abrió fuego en 1976 con La revolución y la guerra civil española, de Stanley G. Payne, para a continuación dedicarse a la recuperación de textos que el franquismo había intentado retirar por completo de circulación (Francisco Ferrer, Ilya Ehrenbug, Trotski, Albert Camus), así como de autores exiliados como consecuencia del resultado de la guerra civil española (José Peirats, Diego Abad de Santillán, Gustavo Durán, Valentín González El Campesino, Victor Alba o Claudio Sánchez Albornoz). Así lo cuenta el propio Caballero Bonald:
Empecé a trabajar por aquel entonces, no más de tres o cuatro horas matinales, en la editorial Júcar, una empresa de incipiente despegue familiar con sede en Gijón, planteada un poco a ojo y con intermitentes baches financieros, a la que me enrolé como director literario a propuesta de Ángel Pariente -también llamado Manuel Aragón […] Su dueño era un tal Silverio Cañada, librero y animador de proyectos varios, que había editado sendas enciclopedias por fascículos de Asturias y Galicia. Eso le otorgó cierto aparente desahogo económico […].
[El] puesto ni me ofrecía demasiadas compensaciones ni me resultaba particularmente halagüeño, sobre todo porque nunca llegué a entenderme con Cañada. Pero me tomé el trabajo en serio y, aparte de alentar las colecciones ya existentes -Los Poetas, Los Juglares, Biblioteca Júcar- o la de narrativa que dirigían Juan Cueto y Fernando Corujedo -Azanca-, puse en marcha otras dos: Crónica General de España y La Vela Latina. La primera estaba orientada a los estudios históricos y la segunda acogía preferentemente ensayos literarios, y creo que funcionaron bastante bien, dentro siempre de las no escasas irregularidades emanadas de la central gijonesa.
Se trató en realidad, pues, de una importante colección que se añadía a la “operación rescate” del legado cultural republicano, con una particular atención a la historia asturiana (véase el apéndice) y que en una muy buena proporción se alimentaba de textos que sin bien había tenido una amplia difusión antes de la guerra había dejado de circular, como es el caso por ejemplo de Trotski o Ehrenburg; o bien de textos que no habían tenido la repercusión que quizá merecían (caso de El arraigo del anarquismo en España, publicado originalmente por A. Redondo Editor en 1973, recogiendo a su vez textos aparecidos en los años veinte y treinta en las revistas L´Opinió, Justcia Social y Leviatán) o, caso de Nueva Era, la reimpresión debidamente contextualizada de una amplia muestra de ensayos políticos aparecidos originalmente de una de las revistas más importantes del pensamiento izquierdista en los años treinta.
De las dificultades y zigzagueos económicos de la editorial hay alguna muestra en el epistolario de Francisco Umbral, si bien los testimonios de autores y colaboradores no suelen ser muy explícitos acerca de los problemas que tuvieran con Cañada (pero al parecer no fueron pocos)..
En cuanto a la Crónica General de España, en cierto modo constituye una reformulación de la fallida Historia de las Revoluciones, una colección que, después de que en los años setenta la censura autorizara unos primeros títulos, en cuanto se desplegó una estridente campala publicitaria que se basaba en incluía pósteres con la imagen del Che, Mao o Lenin pegados por diversos puntos de Madrid, acabó por ser definitivamente prohibida. Probablemente, es de justicia que una colección como esta, o cuanto menos las Ediciones Júcar, ocupen el lugar que les corresponde en cualquier intento de historiar la edición española reciente.
Anexo: Crónica general de España:
1 Stanley G. Payne, La revolución y la guerra civil es España, traducción de José Palao, 1976.
Franccisco Ferrer Guardia, La escuela moderna, prólogo de Carlos Díaz, 1976.
3 Ilya Ehrenburg, España, república de trabajadores, traducción de N. Lebedofi, 1976.
4 José Peirats, Los Anarquistas en la crisis política española, 1976.
5 Nikoz Kazantzakis, España y viva la muerte, traducción de Joaquín Mestre, 1977.
6 Victor Alba, ed., La Nueva Era. Antología de una revista revolucionaria, 1930-1936, 1977.
7 León Trotski, La revolución española, prólogo y traducción de Juan Andrade, 1977.
8 Carlos M. Rama, Ideología, religiones y clases sociales en la España contemporánea, 1977.
9 Frank Jellineck, La Guerra Civil en España, traducción de Francisco Velasco, 1978.
10 Manuel Buenacasa, El movimiento obrero español, 1886-1926 (historia y crítica). Figuras ejemplares que conocí (Teresa Claramunt, Joaquín Costa, Ramón Acín, Anselmo Lorenzo, Salvador Seguí, Max Nettlau, Santiago Ramón y Cajal, Eduardo Barriobero y Herrán, Pablo Iglesias, etc), 1977.
11 Claudio Sánchez Albornoz, Historia y libertad. Ensayos sobre historiología, 1979.
12 N. Molins i Fábrega, UHP, la insurrección proletaria de Asturias, prólogo de Wilebaldo Solano, 1978.
13 Victor Alba, ed., La revolución española en la práctica. Documentos del POUM, 1978.
14 Victor Alba, La alianza obrera. Historia y análisis de una táctica de unidad en España, 1978.
15 Albert Camus, ¡España libre!, traducción de Juan Manuel Molina, 1978 (artículos publicados previamente en Combat junto con discursos y entrevistas de entre 1944 y 1956.
16 Diego Abad de Santillán (Sinesio García Fernández), Alfonso XIII, la II República, Francisco Franco, 1979.
17 Ignacio Iglesias, Leon Trotski y España (1930-1939), 1979.
18 Juan Peiró, Trayectoria de la CNT, 1979.
19 Manuel Grossi Mier, La insurrección de Asturias, 1978 (originalmente en La Batalla, con una carta introductoria de Ramón González Peña, prólogo de Joaquín Maurín y epílogo de Julián Gorkin, 1935)
20 Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, Documentos Secretos sobre España, 1978.
21 Miguel Ángel González Muñiz, Constituciones, Cortes y elecciones españolas. Historia y anécdotas(1810-1936), 1978.
22 Alberto Gil Novales, Textos exaltados del Trienio Liberal, 1979/8.
23 José Bullejos, España en la Segunda República, 1979.
24 Ilya Ehrenburg, Corresponsal en la guerra civil española, 1979.
25 S. Cánovas Cervantes, Proceso histórico de la revolución española. Apuntes de Solidaridad Obrera, 1979.
26 David Ruiz, El movimiento obrero en Asturias. De la industrialización a la II República, 1979.
27 Albert Balcells, El arraigo del anarquismo en Cataluña, textos de 1926-1934, 1980.
28 Gustavo Durán, Una enseñanza de la guerra española, edición de J. Martín-Artajo, 1980.
29 Valentín González, el Campesino, Comunistas en España y antistalinistas en la U.R.S.S., 1980.
30 Jeanne Maurin Cómo se salvó Joaquín Maurín (Recuerdos y testimonios), 1980.
31 Jacques Delpierre de Bayac, Las Brigadas Internacionales, ¿1978?
32 Philippe Nourry, Francisco Franco: la conquista del poder, traducción de Arturo Collera y Benito Gómez Ibáñez, 1976
33 Aldo Garosci, Los intelectuales y la guerra de España, traducción de G. Guijarro, 1981.
34 Francisco Carrasquer, ed., Felipe Alaiz. Estudio y antología del primer anaquista español, 1981.
35-36 Paco Ignacio Taibo II, Asturias 1934, 1984.
37 Renée Lamberet y Luis Moreno Herrero, Movimientos obreros y socialistas. España 1700-1939, Cronología y bibliografía, 1985.
Fuentes:
Xesús Alonso Montero, «Un editor de noso», La voz de Galicia, 30 de mayo de 2002.
M. Caballero Bonald, La novela de la memoria, Barcelona, Seix Barral, 2010.
Jean-François Botrel, «Enciclopedias, identidad y territorios en la España postfranquista, en Presse, Imprimés, Lecture dans l´Aire Romane, 2002, p. 32-44.
Javier Cuartas, «Silverio Cañada, editor», El País, 21 de mayo de 2002.
Gonzalo Mieres, «Recordando a Silverio Cañada», Las mil caras de mi ciudad, 28 de octubre de 2010.
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